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Reportaje:

El activismo cultural se organiza

En la presentación de una asociación cívica se anuncia que el desmontaje del claustro del Embajador Vich se retrasa

Ferran Bono

La nueva asociación Ciutadans per una Cultura Democràtica i Participativa cumplió ayer, en el día de su presentación pública en el Col.legi Major Rector Peset, con uno de sus objetivos: estimular el debate cultural. Una de las primeras acciones de esta asociación, integrada por galeristas, artistas, vecinos del centro histórico y gente interesada por la cultura, es 'impedir la destrucción de la sala Embajador Vich del antiguo convento de El Carme y exigir el pleno cumplimiento de la Ley de Patrimonio'. Tras exponer sus argumentos contra el traslado de algunas piezas del claustro renacentista del Embajador Vich, instaladas en la sala Ferreres de lo que fue el IVAM Centre del Carme, al Museo de Bellas Artes para su reconstrucción, pidieron la palabra el jefe del área del Museos y Bellas Artes, Juan Carlos Lledó, y el periodista y ahora jefe del servicio de Museos José Manuel Gironés, para defender el proyecto de la Consejería de Cultura. Ambos lo hicieron a título personal.

La asociación reivindica una 'mayor participación ciudadana en la definición de las políticas culturales', critica la imposición de un modelo y reclama 'políticas menos ancladas en supuestos impactos mediáticos al servicio de la promoción turística (recuérdese la inútil, fastuosa y cara bienal) y más ligada al uso social'. Tiene previsto 'intervenir y promover debates sobre urbanismo y arquitectura, patrimonio, enseñanza pública, lengua y política museística' y cuenta con un portal en Internet (e-valencia.org). Surge de la plataforma llamada Ex-amics de l'IVAM, que rechaza la pérdida del IVAM Centre del Carme y su conversión en el futuro y controvertido Museo del Siglo XIX. Galeristas como Pepe Benlloch o Tomás March, artistas como Nacho París, Daniel G. Andújar o Maota Soldevilla, críticos como Domingo Mestre o Álvaro de los Ángeles, entre otros, forman parte de la asociación. También asistieron ayer a la presentación la profesora de historia de la arquitectura Trini Simó y el artista Pedro Romero, además de dirigentes vecinales de Amics del Carme y La Boatella (que ha denunciado la actuación en El Carme).

Entre otras cuestiones, la asociación señaló que ha presentado un recurso de revisión ante la consejería y el Ayuntamiento contra la autorización del desmontaje del claustro porque no ofrece las garantías legales de conservación, y defendió las piezas instaladas por Luis Ferreres a principios del XX como parte integrante del conjunto arquitectónico declarado Bien de Interés Cultural, según se recoge en el expediente del decreto, añadió. Así, considera que la operación precisa de dos informes favorables.

Lledó, por su parte, sorprendió con el anuncio de que el proceso de desmantelamiento se ha paralizado 'por deferencia' con el Consell Valencià de Cultura, que emitirá un informe al respecto, aunque hizo hincapié en que no es necesario desclasificar el BIC de acuerdo con la Ley de Patrimonio, pues se trata de una 'impostación'. También añadió que en los mismos decretos no hay referencia al claustro. Gironés recordó actuaciones semejantes como el claustro reconstruido del Museo Metropolitano de Nueva York.

Estas inesperadas intervenciones provocaron un debate, el primero de la asociación, en el que salieron a colación desde el pastiche y el expolio del patrimonio, o la prepotencia del poder político, a la belleza del convento del Carmen, en el que conviven diversos estilos, lo que subraya su valor histórico y arquitectónico.

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Sobre la firma

Ferran Bono
Redactor de EL PAÍS en la Comunidad Valenciana. Con anterioridad, ha ejercido como jefe de sección de Cultura. Licenciado en Lengua Española y Filología Catalana por la Universitat de València y máster UAM-EL PAÍS, ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria periodística en el campo de la cultura.

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