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Crónica:GENTE | TOUR 2002
Crónica
Texto informativo con interpretación

¿Y si estuviera fingiendo?

El pelotón sospecha que Armstrong no quiso alcanzar el liderato en la crono

Carlos Arribas

No es una locura. Tampoco, conociendo el sentido teatral de Armstrong, el gran comunicador, es imposible. Lo sospecha parte del pelotón, algunos corredores, directores. ¿Y si Armstrong hubiera fingido en la contrarreloj? ¿Y si no hubiera querido coger el maillot amarillo para ahorrar responsabilidades y trabajo a su equipo? ¿Y si con su derrota quisiera realzar la calidad de sus rivales, demostrar que va a ganar a unos grandes campeones?

Todos los ciclistas recuerdan la película de Armstrong en la Madeleine, el año pasado, cómo fingió una crisis, cómo el Telekom le hizo la carrera, cómo atacó, más fuerte que nunca, en Alpe d'Huez. Menos, pero unos cuantos, recuerdan su función del San Gotardo, en la Vuelta a Suiza, cómo siendo el más fuerte no quiso irse, no quiso ganar, para no ponerse de líder (ganó la ronda helvética tres días después en la cronoescalada de Crans Montana). Son dos antecedentes que hablan del gusto histrión en la vertiente estratégica del estadounidense. Es un detalle.

Otro detalle es puramente técnico. Lo señala Johan Bruyneel, su director: 'Armstrong hizo toda la contrarreloj a una cadencia de 115-125 pedaladas por minuto'. Es una bestialidad que sólo está al alcance de aquellos que están en muy buena condición. Cuando un ciclista no va bien su primera reacción es quitar dientes del piñón, tirar de fuerza hasta atrancarse, dicen los profesionales. Armstrong iba muy bien, entonces, así que pocos entienden que en los descenso de la contrarreloj, no quitara dientes al piñón y mantuviera la misma cadencia, prácticamente sin esfuerzo suplementario, para ganar segundos.

El tercer elemento de duda es más aparente: la cara de Armstrong, exagerada, reflejo de vivo dolor y sufrimiento, en el último kilómetro, cuando la televisión lo agarró en primer plano, era muy parecida, casi igual, a la cara de la falsa crisis en la Madeleine.

Y como telón de fondo, el pronóstico de Bruyneel la víspera de la prueba. 'No pasa nada si Lance no alcanza el liderato en la contrarreloj', dijo el técnico belga, un ex destacado corredor en la ONCE de Manolo Saiz. 'Si lo alcanza será por pocos segundos, y si lo pierde será también por pocos segundos, por lo que en ese sentido es lo mismo. Pero si no lo logra incluso puede ser bueno tácticamente: el ONCE-Eroski deberá llevar el peso de la carrera en la etapa de Pau, que puede ser muy peligrosa y quizás también en la primera parte de la primera etapa pirenaica. Luego el Tour será de los escaladores y Lance es el mejor escalador de todos'.

Ayer, en Burdeos, Bruyneel mantenía la tesis, reconocía que Armstrong había ido excesivamente ligero de desarrollo, 'me recordó al Lance del prólogo que perdió en Futuroscope', dijo, y añadió que de todas formas tampoco habría habido grandes diferencias porque era una contrarreloj fácil, de 50 de media y entraron siete en 50s, y desmentió que Armstrong no hubiera dado el máximo como arma táctica. 'No pudo ir más rápido, no puede haber especulaciones', dijo. 'Hizo una buena crono pero Galdeano y Botero estuvieron muy fuertes'.

Y Bruyneel añadió: 'En todo caso, Armstrong ha podido perder algo en la contrarreloj porque ha preparado como nunca la montaña'. Y Manolo Saiz sentenció: 'Eso lo dicen todos'.

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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