Los expedientes contra 'ertzainas' por criticar a Interior chocan con una sentencia del Supremo

La Consejería vasca de Interior utiliza los servicios de la Unidad de Asuntos Internos (Inspección General) de manera 'partidista' para 'limitar' al máximo y 'perseguir' la crítica interna de los ertzainas hacia sus mandos o hacia las políticas de Interior en materia antiterrorista. Eso es lo que denuncian la central mayoritaria, Erne, y CC OO, y parecen poner de manifiesto las actuaciones de investigación de esa unidad. Esta 'persecución ideológica', que Interior rechaza de plano, ha sufrido un revés por una reciente sentencia del Tribunal Supremo, que considera que no es 'constitucionalmente legítimo prohibir [a los ertzainas] absolutamente todo tipo de críticas, cualesquiera que sean'. La resolución declara nulo parte del régimen disciplinario.

La resolución de la Sala de lo Contencioso del Supremo ha confirmado la nulidad dictada por el Tribunal Superior de Justicia vasco de una disposición precisamente del régimen disciplinario de los cuerpos policiales del País Vasco, recurrida por UGT. El apartado declarado ahora nulo consideraba 'falta grave', entre otras, las manifestaciones públicas 'de crítica o disconformidad respecto a decisiones de sus superiores, asuntos del servicio y disciplina'.

Parece que la encendida defensa realizada por el lehendakari, Juan José Ibarretxe, del respeto a 'todas las ideas' no llega a todo el mundo. O, por lo menos, se intenta limitar, vía expedientes disciplinarios, en la Ertzaintza (policía vasca), afirman las centrales.

Lo que sigue es una muestra de algunas actuaciones de la Unidad de Asuntos Internos en relación con las críticas efectuadas por ertzainas contra la política de Interior. Prácticas que revelan la sensación de 'caza de brujas' interna que se vive en el colectivo policial, según Erne. El actual jefe de División de Inspección General fue el máximo responsable de la lucha antiterrorista durante la etapa del consejero Juan María Atutxa.

Un ertzaina que despreció a Euskadi, dos veces expedientado. El ertzaina A. H. M. conoce bastante bien las actuaciones de la Unidad de Asuntos Internos. Pero conoce mucho mejor al edil del PNV en Laguardia (Álava) Gregorio Santamaría, la persona que ha instado sus dos expedientes disciplinarios. En el segundo, Interior acaba de proponer suspenderle durante 15 días por falta grave por proferir expresiones 'ofensivas' y de 'desprecio'. El agente, que se encontraba fuera de servicio cuando se produjo el incidente en las fiestas de Laguardia, el 25 de junio de 2001, tras escuchar de madrugada una discusión en un bar sobre la españolidad o no del País Vasco, gritó por dos veces 'viva España' y posteriormente dijo que 'Euskadi es una puta mierda' y que 'en cualquier sitio se vive mejor que aquí [por el País Vasco]'. En contra del criterio sentado por la sentencia del Tribunal Supremo citada, el instructor del expediente cree que la 'condición de servidor público añade un plus ético de exigibilidad en su comportamiento y en la forma de expresión de sus opiniones ante los ciudadanos'. La resolución del Supremo reconoce que el derecho constitucional a la libertad de expresión 'puede ser limitado', pero en ningún caso será 'constitucionalmente legítimo prohibir absolutamente todo tipo de críticas, cualesquiera que sean'.

Mientras Interior cree que las palabras del agente 'muestran una carga ofensiva y agraviante, mostrando un manifiesto desprecio hacia toda una comunidad' y hacia todos los vascos, el abogado del ertzaina expedientado considera 'alarmante' que el instructor considere 'únicamente vecino o habitante de una comunidad a aquellas personas que la aprecian' y que 'no hay cabida para aquellos que disientan de ese sentimiento y por lo tanto son merecedores de castigo'. En el caso de materializarse el segundo expediente disciplinario por falta grave, un tercer expediente similar supondría la expulsión del cuerpo para A. H. M.

Teo Santos, un sindicalista de Erne en apuros. El caso del agente y sindicalista de Erne Teo Santos parece de libro. Ex miembro del gabinete del anterior viceconsejero de Seguridad, Santos se fue distanciando poco a poco de Interior. En agosto de 1996 dijo en una tertulia de radio que en Interior 'existía el criterio de no detener a nadie en los altercados violentos' llevados a cabo por grupos de kale borroka. Interior le suspendió en 1997 seis meses de empleo y sueldo por 'desprestigiar' a la Ertzaintza. Aún llegarían dos expedientes más por otras declaraciones críticas contra las directrices antiterroristas de los responsables de Interior. La sanción de seis meses fue anulada por el Tribunal Superior de Justicia vasco al entender que las palabras de Santos no comprometían el prestigio de la institución, ni había pérdida de confianza en ella. Los otros dos expedientes prescribieron. Pero Santos no duerme tranquilo. Tras apoyar públicamente a IU en los pasados comicios vascos, el jefe de Inspección General presentó una denuncia ante la Junta Electoral vasca por un delito electoral en agosto de 2001. La ley prohíbe a los policías participar en actos electorales. El juez puede condenarle a dos años de cárcel.

Erne cree que el objetivo es 'obtener un pensamiento unidireccional' en la Ertzaintza y que 'los ertzainas se piensen mucho la cosas antes de ejercer su derecho a la libertad de expresión'.