La auxiliar de clínica de Senderowicz niega haber administrado la anestesia a Débora

La auxiliar de la clínica clandestina Icema en la que murió el pasado 25 de enero la paciente Débora Catalán, de 36 años, declaró ayer ante la titular del Juzgado de Instrucción número 22 que ella sólo atendió la recepción del centro, sin que en ningún momento entrara en la zona de operaciones, según explicaron fuentes judiciales.

Los dos médicos de la clínica, Raúl Senderowicz y María Victoria Bonne, señalaron en sus declaraciones que fue la asistente la que preparó la anestesia que supuestamente mató a Débora Catalán. Pero la auxiliar de clínica lo negó y explicó que ella sustituía a otra enfermera que estaba de vacaciones. Tras recibir en la clínica a Catalán (bisnieta del célebre pensador Ramón Menéndez Pidal), avisó a Senderowicz de su llegada. A los pocos minutos, hizo pasar a Catalán a la consulta. La testigo añadió que no supo nunca lo que ocurrió en la sala contigua, ya que ella sólo se encargaba de la recepción, según las citadas fuentes.

Al cabo de un rato que no pudo precisar, Senderowicz salió gritando y pidiéndole que avisara al 061, ya que la paciente había entrado en estado de shock. Según declaró, tras avisar a la UVI, bajó al portal de la clínica, en la calle Maldonado (barrio de Salamanca), para esperarla.