El aeropuerto de Málaga ampliará su terminal para atender a 20 millones de pasajeros anuales

El proyecto básico para la ampliación de la terminal del aeropuerto de Málaga permitirá a este una capacidad de uso de 20 millones de pasajeros anuales, el doble que la que registrará este año, aunque las previsiones de crecimiento estiman que este contingente no se alcanzará hasta el 2017, año para el que deberá disponer también de una segunda pista. Las obras del nuevo edificio, que se construirá adosado a la actual terminal Pablo Ruiz Picasso, no comenzarán hasta finales de 2004, de forma que no entrará en servicio hasta, al menos, la segunda mitad de 2007.

Estos plazos y los anunció ayer el director del aeropuerto malagueño, Mario Otero, quien informó de que el proyecto definitivo no estará concluido hasta el próximo mes de marzo.

Actualmente, el aeropuerto de Málaga dispone 100.900 metros cuadrados de estación -78.000 metros cuadrados de la terminal Pablo Ruiz Picasso y otros 22.000 en la terminal B-, que con la ampliación llegarán hasta 224.000 metros cuadrados. El proyecto contempla además un atrio de llegadas de 8.500 metros cuadrados y otros 39.000 metros cuadrados de aparcamiento con capacidad para unos 3.200 vehículos.

Junto a la nueva terminal se construirá un nuevo dique que dará servicio a 12 aviones, en el que las puertas de embarque serán flexibles para ser utilizadas indistintamente para vuelos comunitarios o fuera del territorio Schengen.

Todo ello permitirá que el aeropuerto pueda dar servicio en hora punta a 9.000 pasajeros, cuando en 2001 se llegó a 6.555, y 5.970 en 2000. El nuevo vestíbulo permitirá disponer de 88 nuevos mostradores de facturación adicionales a los ya existentes.

La dirección de Aeropuertos Nacionales (Aena) ha optado por una terminal única, de forma que esta quedará en el centro de las dos pistas de operaciones de aeronaves, y el proyecto ya prevé una nueva ampliación de la estación para cuando se construya la segunda. 'Es el modelo que se ha demostrado como el que mejor funciona en el mundo', explicó ayer Otero. El director del aeropuerto de San Julián dijo además que la terminal única resulta más cómoda para los usuarios y ahorra costes a las compañías aéreas que no tienen que duplicar servicios.

Por ello, el nuevo edificio se construirá adosado a la actual terminal Pablo Ruiz Picasso, aunque su morfología y altura exterior será diferente, y el cristal será el elemento predominante.

La terminal dispondrá de una estación de autobuses bajo superficie con capacidad para 95 vehículos, y el proyecto prevé además una estación de la nueva red de cercanía de trenes, lo que según Otero convertirá el aeropuerto en un intercambiador de transportes.

Tanto el atrio de llegadas como los aparcamientos estarán cubiertos e integrados en el mismo conjunto arquitectónico que la terminal, con lo que los usuarios ni sufrirán las inclemencias meteorológicas ni deberán cruzar carreteras como sucede ahora. Los accesos a la terminal desde los aparcamientos y los pasillos desde el vestíbulo a las puertas de embarque dispondrán de pasarelas mecánicas para facilitar el transporte de equipajes.

Para atender el crecimiento de la demanda hasta que se disponga de la nueva terminal en 2007, la dirección del aeropuerto ha acometido ya algunas medidas como la creación de ocho nuevos mostradores de facturación para vuelos regionales en la terminal B, actualmente en ejecución, o la futura ampliación de la plataforma norte, que según Otero deben ser suficientes para evitar la saturación de la terminal.

El director del aeropuerto de Málaga se mostró ayer confiado en que la Demarcación de Carreteras agilizará los trámites para construir el nuevo acceso sur desde la N-340 y dijo que se mantiene la previsión del Plan Director para la construcción a partir del año 2010 de la segunda pista de operaciones para que entre en funcionamiento dos años más tarde.