Una necrópolis islámica en La Safor
Las excavaciones sacan a la luz en Gandia datos sobre una importante población de los siglos XI al XVII
Las obras de la Ciudad del Transporte de Gandia, en el polígono de Benieto, han descubierto los restos de una necrópolis islámica, de finales del siglo XI y principios de XII, con enterramientos de épocas posteriores, mudéjar y morisca. La superficie del yacimiento, unos 500 metros cuadrados, la cantidad de cuerpos exhumados, unos 300, y la buena conservación de los restos, convierten a esta necrópolis en 'una de las más importantes de la Comunidad Valenciana', por la cantidad de información que aportará, manifestaba ayer el arquéologo José Vicente Escrivà, responsable de la empresa Troballes Arqueologia de Gestió, SG.
El hallazgo no ha sido casual. De la existencia de la Alquería de Benieto, un pequeño poblado musulmán ubicado en el área de Gandia, deja constancia el Llibre del Repartiment. La necrópolis se utilizaba como cementerio de la alquería, y su ubicación, fuera del casco de Gandia, ha permitido que se conserve el 60% del recinto. El arqueólogo considera que las 300 tumbas descubiertas suponen 'una muestra muy fiable' para la realización de un estudio sobre la población de los siglos XI al XVII en la zona, y aportará datos sobre las enfermedades de la época, alimentación y mortalidad infantil. Con el fin de realizar un informe paleopatológico exhaustivo, se exhumarán los cuerpos, que serán trasladados al almacén del futuro Museo Arqueológico de Gandia.
Los primeros análisis ya anticipan algunos datos interesantes. 'El número de tumbas de niños halladas nos lleva a pensar que entre la población morisca había una elevada mortalidad infantil', explica Escrivà. En cambio, entre los restos atribuidos a los siglos XIV y XV, 'los cuerpos parecen más sanos, los huesos son más fuertes', lo que presupone una mejor alimentación y situación social. Esta mejoría vuelve a revertirse en el siglo XVI. Los enterramientos pertenecientes a esta época presentan restos óseos 'más débiles' que denotan de nuevo 'carencias alimenticias'. Además de los restos humanos, se han encontrado huellas del muro que cerraba la necrópolis original, islámica, derrumbado parcialmente con posterioridad para ampliar el cementerio. Las excavaciones finalizarán a principios de agosto, tras ocho meses de trabajos.
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