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LA MAYOR CRISIS DE GOBIERNO DE AZNAR

Arenas moderará su estilo en el PP pero no delegará la secretaría general

El secretario general del PP, Javier Arenas, continuará compaginando los próximos años su frenética labor desde enero de 1999 como número dos del partido con su nuevo cometido como ministro de Administraciones Públicas con una mayor proyección política que la actual. Arenas no quiere delegar ninguna de sus competencias en el PP en una figura de nueva creación como la del coordinador general, que funcionó entre 1996 y 1999 cuando el secretario general fue Francisco Álvarez Cascos, además de vicepresidente y ministro de Presidencia. A cambio, sí proyecta moderar su discurso hipercrítico casi a diario con el PSOE y retomar la imagen conciliadora y dialogante que tantos éxitos le proporcionó entre 1996 y 1999 como ministro de Trabajo.

Arenas pretende que las lagunas a las que no pueda llegar en el partido por sus tareas como ministro las cubran indistintamente los cuatro coordinadores nacionales que le arropan ahora en un segundo nivel en el PP.

Javier Arenas se entrevistó con Aznar para hablar de su futuro hace 10 días. El presidente le preguntó sobre sus intenciones y preferencias ante una inminente crisis. Arenas le comentó al presidente que su deseo era no renunciar a la secretaría general del PP, en la que fue revalidado hace apenas seis meses en el XIV congreso nacional del partido para un proyecto de otros tres años.

El presidente le sondeó sobre si veía alguna posibilidad de seguir en la secretaría general del PP al mismo tiempo que aceptaba una cartera ministerial. Arenas le replicó que sólo encontraba compatible ser el número dos del PP con un ministerio como Administraciones Públicas, con pocas competencias de gestión diaria pero muchas opciones para encarnar una dirección política, especialmente en el periodo complicado que se avecina con los nacionalismos en el País Vasco y Cataluña. Aznar le despidió y le llamó de nuevo en la tarde de este pasado martes, en plena vorágine de la crisis, para confirmarle la validez de sus planes.

El ofrecimiento a Pío

Este relato de los contactos entre Arenas y Aznar, verificado por varias fuentes, desmonta bastante la hipótesis que ayer se filtraba desde el entorno del hasta ahora ministro portavoz, Pío Cabanillas, según la cual el presidente del Gobierno le había ofrecido ser ministro de Administraciones Públicas. Oferta que habría rechazado, entre otras razones porque sólo quería continuar en el Ejecutivo si seguía con sus cometidos como portavoz. En el PP consideran inverosimil ese escenario por la dificultad de un independiente como Cabanillas, que se ha negado a afiliarse, para sostener un discurso tan marcado por el partido en un ministerio con responsabilidades sobre las autonomías y Euskadi. Y se asegura que las relaciones entre Aznar y Cabanillas hace meses que se habían deteriorado.

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