Las denuncias por delitos sexuales se han duplicado en la última década

El Instituto Vasco de la Mujer-Emakunde anunció ayer la puesta en marcha para este año de un ambicioso plan para prevenir la violencia doméstica que implica la participación de todas las instituciones, desde departamentos del Gobierno hasta ayuntamientos, diputaciones y organizaciones sociales. La Ertzaintza registró el año pasado un total de 969 denuncias delitos sexuales y malos tratos a mujeres. Sin embargo, la mayoría de las agresiones que se producen en el ámbito familiar no suelen ser denunciadas y, por lo tanto, escapan a la estadística.

La directora de Emakunde, Txaro Artega, expuso este proyecto durante su comparecencia ante la comisión de Mujer y Juventud del Parlamento vasco. Arteaga acudió para explicar las actuaciones que desarrolla el organismo que dirige contra los malos tratos y para informar sobre lo que han hecho las administraciones para favorecer la igualdad entre hombres y mujeres. Emakunde presentó el pasado mes de mayo a todas las instituciones las líneas maestras de su plan de seguridad para las víctimas de los malos tratos y ahora está a la espera de las sugerencias que le puedan hacer antes de cerrarlo de manera definitiva.

El plan tiene cuatro ámbitos de actuación. El primero comprende la información a las víctimas; es decir, mejorar el conocimiento que tienen las mujeres maltratadas de los recursos de que disponen para salir de su situación. El segundo ámbito corresponde a las actuaciones policiales, que incluyen guías y protocolos para que los agentes sepan la mejor manera de proceder cuando se encuentren ante una mujer maltratada.

Más delitos sexuales

En tercer lugar, el plan de Emakunde se centra en el proceso judicial. Se pretende conseguir una tutela judicial efectiva de la víctima, de manera que quede completamente a resguardo de su agresor. Y finalmente se plantea ampliar y mejorar la red de protección social, que podría abarcar desde la creación de pisos de acogida hasta favorecer el acceso de las mujeres agredidas a viviendas protegidas.

El informe que presentó ayer Emakunde sobre la evolución de los malos tratos y delitos contra la libertad sexual no presenta un panorama tranquilizador. Las denuncias por delitos sexuales han aumentado de forma constante desde 1992, cuando se denunciaron 183. En 2001, las denuncias por este motivo llegaron hasta las 461 un 252% más. Según Arteaga, el aumento de las denuncias puede deberse al incremento real del número de agresiones o bien puede reflejar un cambio de tendencia y que las mujeres se atreven más a denunciarlas.

El perfil de la maltratada corresponde al de una mujer de unos 39 años de edad, casada y con hijos. Tiene un bajo nivel de estudios, pero dispone de una situación económica media. La importancia de disfrutar o no de independencia económica se refleja en el dato de que la mayoría de las mujeres maltratadas son amas de casa. Casi la totalidad de las agresiones proceden de sus maridos o compañeros.

Las denuncias suelen ser mayoritariamente de maltratos físicos y en más de la mitad de los casos es necesaria la asistencia médica. Las agresiones que finalmente se denuncian no son esporádicas. En muchos casos, la mujer ha sufrido los golpes durante más de diez años. Según el informe, la violencia comienza en el primer año de convivencia.

La portavoz del PNV en la comisión, Izaskun Bilbao, reconoció que los partidos políticos mantienen una actitud 'hipócrita' respecto a la violencia doméstica al no denunciarla con la firmeza que requiere. 'Ha llegado el momento de que los partidos sean más contundentes con la violencia doméstica'.

La parlamentaria del PSE, Gemma Zabaleta, también se mostró muy crítica con la pasividad mostrada por las formaciones políticas hasta el momento y animó a las instituciones a 'interponerse de una manera efectiva entre la víctima y el agresor'.