Los camiones de gran tonelaje tendrán prohibido el acceso directo desde la M-45 a Coslada
A pesar de que el municipio de Coslada alberga el puerto seco de Madrid, por el que pasan anualmente 25.000 vehículos pesados, y el Centro Integral de Transportes Internacional, ningún camión de más de 12.000 toneladas podrá acceder a ellos directamente desde la M-45. Así lo confirmó ayer el alcalde de Coslada, Juan Granados (PSOE). 'El nuevo acceso de El Esparragal que se está construyendo desde la M-45 no permitirá el paso de camiones de gran tonelaje, sino sólo de los de menos de 12.000 toneladas', aseguró.
Los camiones que transitan a diario por la M-45 deberán, pues, seguir accediendo al puerto seco y al Centro Integral de Transportes por la N-II y la M-40, con lo que no será posible cumplir uno de los objetivos de la nueva carretera de circunvalación: descongestionar la M-40 evitando el paso de camiones por ella.
Granados confirmó esta noticia ante los temores de los vecinos de la urbanización El Esparragal, que veían cómo el nuevo acceso que el Ayuntamiento de Coslada y la Comunidad de Madrid están construyendo desde la M-45 -como alternativa al único acceso actual por la calle de Manuel Azaña- discurre en un tramo a tan sólo 10 metros de algunas casas (previstas, pero no levantadas aún) de la colonia.
'Los miedos de los vecinos son meras suposiciones, igual que cuando decían que por Manuel Azaña iban a pasar también los camiones pesados a pesar de la prohibición', explicó Granados. Para evitar el paso de los camiones de gran tonelaje por esa vía -una pequeña calle en la que hay un instituto y una iglesia-, el Ayuntamiento de Coslada instaló badenes y gálibos. Sin embargo, José Luis López del Saz, portavoz de la asociación de vecinos El Esparragal, asegura que los tráileres pesados pasan 'a menudo' por ese acceso. 'Y prueba de ello es que las barras de los gálibos, situadas a 2,7 metros de altura, están destrozadas a golpes y las han tenido que cambiar más de una vez. Durante una reunión que tuvimos con el concejal de urbanismo en Manuel Azaña pasaron tres seguidos', apunta.
Los vecinos reclaman, además, un estudio de impacto ambiental para el nuevo acceso de El Esparragal, debido al ruido que soportarán cuando por él transiten coches y camiones desde la M-45. Pero Granados asegura que no es necesario. 'Esa calle estaba prevista en el Plan General de 1996 y éste pasó todos los trámites', sostiene.
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