_
_
_
_
MELILLA: HISTORIAS DE MOROS Y CRISTIANOS / y 3

Casi 14 euros al día por cada menor acogido

Soledad Gallego-Díaz

El 21 de junio, la policía descubrió a dos menores marroquíes que acababan de llegar nadando a una playa de la ciudad. Los dos, de unos 15 años, chapurreaban el español, declararon no tener familia y se sumaron a los 163 menores que en esa fecha ya estaban a cargo de las autoridades de Melilla. 'Ahora, con los controles no pueden colarse por la frontera terrestre y algunos se arriesgan a llegar nadando', explica una responsable de la Consejería de Asuntos Sociales. Una parte de ellos se esconde en las cuevas de los acantilados, pero a la mayoría los detecta la policía y los traslada al Hogar del Puerto, unas instalaciones gestionadas por VIAS (Voluntariado Islámico de Asistencia Social), la ONG por la que pasan todos los menores: unos se quedarán allí y otros saldrán hacia otros centros de acogida.

Más información
El dilema entre el negocio y la seguridad

Mohamed, directivo de VIAS, admite que sus dos locales (el propio Hogar del Puerto y Avicena) están abarrotados, con 47 menores, de 12 a 18 años, que ocupan de 4 en 4 habitaciones muy pequeñas. Reconoce que cuando empezaron, en 1999, no había en la ciudad más de 70 menores y que en junio llegaron a ser 180. Niega que exista problema para la asistencia sanitaria de los niños: 'Mi experiencia es que el Hospital Comarcal atiende a todos los niños, melillenses o de los miles de marroquíes que entran a diario. Los médicos incluso procuran enviar a Málaga o Madrid a niños marroquíes con patologías graves de corazón o leucemia'.

Driss Kaddur, presidente de la junta de personal del hospital, confirma el buen trato que reciben los niños y denuncia la existencia de una red organizada en Marruecos para 'pasar' a mujeres marroquíes embarazadas, a fin de que den a luz, gratuitamente, en Melilla.

Hacinamiento

En el caso de los menores acogidos, el portavoz de VIAS reconoce que buena parte de los problemas llegaron con el hacinamiento de los muchachos y niños y con la aparición de nuevas asociaciones que reclamaban gestionar los nuevos centros que ha habido que poner en marcha a toda prisa. Detrás de las discusiones sobre el trato a menores hay, además, una soterrada lucha entre varias asociaciones que quieren hacerse con su parte en un negocio muy rentable.

Atender a los menores es un buen negocio: la ciudad y su consejera de Asuntos Sociales, Isabel Quesda, son generosos: pagan 13,82 euros por niño y día, sólo para gastos de manutención y de ropa. Aparte, existen otras partidas de 12.000 a 18.000 euros mensuales para pagar los sueldos de los educadores y las obras de mantenimiento de las instalaciones y aún otra destinada a pagar los sueldos de los vigilantes de seguridad, allí donde han sido necesarios.

'En una sociedad como la melillense, con grupos que nacen a la luz de los subsidios y subvenciones que se otorgan a dedo, es imprecindible un mayor control del dinero público que se destina a estos fines', asegura el abogado José Alonso, de la Asociación de Derechos Humanos.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_