Clos insiste en la necesidad de disponer de un instrumento de gobierno para el área metropolitana

El socialista Joan Clos, presidente del Consejo de la Asociación del Plan Estratégico Metropolitano de Barcelona y alcalde de Barcelona, insistió ayer en la necesidad de un instrumento metropolitano de gobierno que preserve la identidad de los municipios que conforman el área metropolitana de Barcelona y facilite un mayor grado de coordinación para conseguir la denominada red de ciudades.

Clos, que cerró ayer el segundo consejo general de la asociación, celebrado en La Farga de L'Hospitalet, considera que los actuales organismos metropolitanos son 'ineficaces y deben mejorarse', y que es necesario conseguir una fórmula más eficaz que unifique la disparidad actual de administraciones sin plantear la absorción de municipios.

La diversidad de los 36 municipios del área metropolitana, un territorio de 620 kilómetros cuadrados en el que viven tres millones de personas, constituye, según Clos, una riqueza evidente que puede beneficiarse de un mayor nivel de coordinación metropolitana, sobre todo en políticas más transversales y compartidas, como la vivienda, el transporte público y las infraestructuras. Para Clos, éstas son las políticas que realmente requieren un instrumento metropolitano de gobierno que no anule la existencia de los municipios y que persiga el máximo de coordinación.

Según Clos, la posibilidad de crear este órgano metropolitano ha conseguido un gran apoyo de las fuerzas políticas, incluida CiU, formación que ha llegado a plantear fórmulas de diálogo sobre este tema. Este factor favorece en la actualidad un 'mejor clima', dijo, para reconocer la evidencia que representa la realidad metropolitana.

Sin embargo, Clos no quiso establecer un calendario para la creación de este gobierno metropolitano ya que, en su opinión, lo que ahora se ha de impulsar es la participación a través de un plan estratégico con el fin de conseguir una solución ampliamente consensuada.

Este mismo proceso se siguió en la discusión de temas como la Carta Municipal y la división de Barcelona en distritos, y sólo después de él corresponderá a las instituciones políticas buscar las mejores fórmulas para gobernar el territorio del área metropolitana, precisó Clos.

Tras la segunda reunión del Consejo del Plan Estratégico de Barcelona, se abre un periodo en el que se escuchará y tendrá en cuenta la opinión de los diversos agentes sociales, como sindicatos, empresas, entidades y universidades.