La prometedora irrupción de Nadal, el sobrino

Lo que Rafael Nadal consiguió la primera vez que pisaba Wimbledon no es nada despreciable. Fue el único español que participó en la prueba junior y, a pesar de tener sólo 16 años y de enfrentarse a jugadores de 17 y 18, llegó a las semifinales. Notable. Se quedó a las puertas de la final. Perdió ante un argelino, Lamine Ouahab, séptimo cabeza de serie, formado en Barcelona, en las escuelas FIT Sport y después en la del CT Barcino. Nadal está cubriendo con nota todas las etapas de su incipiente carrera, pero si recibe más atención de la previsible en los medios de comunicación es porque es el sobrino del central de la selección española de fútbol y del Mallorca Miquel Àngel Nadal.

'Mi tío', asegura Rafael Nadal, 590º mundial, 'siempre ha sido un ejemplo de profesionalidad para mí. Dejar el Barcelona tras tantas temporadas y seguir jugando al nivel que lo está haciendo en Mallorca y en la selección no es fácil'. Nadal asegura que su tío no influyó para que dejara el fútbol y se dedicara al tenis, aunque algunas versiones aseguran lo contrario. Sin embargo, confiesa que había jugado contra el central hace ya algunos años. 'Ahora ya no tiene nivel para mí', comenta con una sonrisa de complicidad.

Sea como sea, Rafael Nadal, que juega con la zurda, se ha convertido en uno de los jugadores con más futuro del tenis español. Fue campeón de España alevín e infantil, campeón de Europa infantil oficioso, campeón mundial infantil y ganó el Europeo cadete por equipos. Hace sólo unas semanas renunció al torneo junior de Roland Garros porque debía jugar la previa y eso suponía un desplazamiento demasiado largo en época de exámenes. 'Ahora he acabado cuarto de ESO. Y mi idea es seguir, aunque con menos dedicación', afirma. La cuestión es que Nadal se perfila como uno de los relevos capaces de unir su generación con la de Tommy Robredo y Feliciano López, los dos últimos valores del tenis español. 'Es muy completo y apunta alto', afirma Albert Riba, director técnico de la Federación Española de tenis. 'Tiene la cabeza centrada y sabe lo que quiere. Su tenis se basa en dos buenos golpes de fondo, especialmente su drive, con el que domina los puntos'.

Así lo demostró este año en Wimbledon, donde debutó eliminando al segundo cabeza de serie, el argentino Dabul Brian. '¿Lo más duro del torneo?', responde cuando se le pregunta al respecto, 'la comida. He estado viviendo en una residencia de estudiantes y cada noche nos daban lo mismo: una carne picada incomestible'. Total, que Nadal se pasó el torneo acudiendo al supermercado para comprarse patatas fritas y cacahuetes. 'Eso fue sólo por la noche', matiza. 'Al mediodía, en el club, la comida era muy buena'. Y después explica que le gusta la hierba, que se siente cómodo en esta superficie y que Wimbledon es el torneo que quiere ganar algún día, por encima incluso de Roland Garros, el feudo donde más suelen brillar los tenistas españoles.

Bajo la dirección técnica de otro tío suyo, Toni, y de Jofre Porta, Rafael Nadal es el tercer producto tenístico más importante aportado por Mallorca después de Alberto Tous y Carlos Moyà. Cuando el campeón de Roland Garros de 1998 está en la isla suele entrenarse con él. Pero con quienes más comparte las pistas, es con Marc Marco, David Ortiz y con su mejor amigo, Tomeu Salvà, campeón de España junior, hasta que éste se trasladó al CAR de Sant Cugat. Nadal se niega a desplazarse al CAR. 'Estoy bien en Mallorca. Tengo lo que necesito'. Su tío Toni agrega: 'A los 16 años necesita estabilidad y donde mejor la encuentra es al lado de su familia'.