Un Guardiola a la italiana

Demetrio Albertini (Besana Brianza, 1971) aún recuerda cuando apenas levantaba un metro del suelo y golpeaba una y otra vez una pelota de goma contra el muro del patio de su casa, en un pueblo próximo a Milán. En los últimos veinte años no ha cambiado de hábitos. Sólo que ahora golpea una pelota de cuero y, desde el pasado jueves, su destino para hacerlo es el estadio Vicente Calderón. La nueva adquisición del Atlético, cedido por una temporada por el Milan, es uno de esos jugadores enamorados de su profesión: 'El fútbol es mi pasión, y encima me pagan, una suerte'. Uno de esos locos que quedan hechizados delante de un balón horas y horas.

Ayer, Albertini no habló horas y horas. Ayer, en la despedida de su club de toda la vida, fue breve. 'Esperaba acabar mi carrera vestido de milanista. Sentiré un gran vacío al marcharme', explicó ante los periodistas italianos. Y es que Albertini es un jugador sentimental. 'Mi gran éxito en el Milan ha sido conseguir el afecto de la gente que estaba a mi lado', confesó emocionado. Y, desde luego, el afecto de José Mari y de Javi Moreno, compañeros en el Milan la pasada temporada y compañeros, ahora, en el Atlético, ya lo tiene en el bolsillo. 'Es un chaval excepcional, un fenómeno y además un tipo muy tranquilo', asegura el sevillano. 'Muy buena persona, de los mejores del vestuario', subraya Javi Moreno con énfasis.

'Es un futbolista con mucha clase, con muy buena pegada, con visión de juego y, encima, muy trabajador. No sé, quizá sería como Guardiola, pero en italiano'. Así le describe Luis Helguera, el único jugador español que triunfa plenamente en Italia y habitual rival de Albertini en estos años. '¿Qué se puede decir de un futbolista que lo ha ganado todo?', se pregunta retóricamente Javi Moreno, alabando al veterano centrocampista, que debutó hace ya 13 años en el Milan venciendo al Como en 1989. 'Es muy trabajador y, además, técnicamente es impecable', añade José Mari con respeto y admiración. Paulo Futre, el hombre que ha hecho lo imposible por su llegada a Madrid, también sabe la calidad como compañero de vestuario de Albertini: coincidieron en el Milan en 1995.

Albertini es un cinco clásico con las maneras elegantes del fútbol español y la psicología de la urgencia defensiva propia del tosco calcio italiano. 'Es un jugador que puede ir muy bien en la Liga española porque tiene clase y, encima, el trabajo que se hace en España le va a resultar muy sencillo estando acostumbrado a la dureza de Italia', analiza Luis Helguera. Además, tiene llegada.

Tampoco parece que la adaptación del internacional a las costumbres españolas para consumir los ratos de ocio vaya a ser complicada. Simpático y hablador, considera que estar con los amigos pasando la tarde paseando y tomando algo es la mejor manera de ocupar el tiempo libre. Sin embargo, también se confiesa un adicto a los videojuegos, sobre todo los simuladores de fútbol. Con su familia (está casado) le gusta sentarse en el sofá de su casa y ver películas de vídeo. Su escritor favorito es el brasileño Paulo Coelho, el autor de El alquimista y, con frecuencia, sobre todo cuando se siente más nervioso, se refugia en la lectura de revistas científicas. También, por influencia de una de sus hermanas mayores, le gusta mucho ir al teatro. Su compañía favorita es la que forman el trío cómico Aldo, Giovanni y Giacomo, un grupo cómico irreverente muy popular en Italia que ha trasladado a las grandes salas sus espectáculos en pequeños cafés.

Demetrio Albertini ha sido una pieza fundamental de la selección italiana desde su debú, en el Mundial de Estados Unidos, en 1994. Desde entonces, ha sido 79 veces internacional. El veterano centrocampista no pudo disputar el pasado Campeonato del Mundo de Corea y Japón por una lesión en el talón de aquiles. Una lesión de la que aún no está completamente recuperado. Como jugador del Milan ha ganado cinco Ligas y una Copa de Europa, en 1994. 'El Milan es mi familia', dijo al despedirse. Ya no, el Atlético le espera el próximo 18 de julio.