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TOUR 2002

El pelotón llega con buena salud

La UCI se alegra del descenso de hematocrito y hierro de los corredores

Carlos Arribas

Los 189 ciclistas que comienzan hoy el Tour debieron de madrugar el jueves para someterse al análisis de sangre pertinente para ser declarados aptos. La Unión Ciclista Internacional (UCI) espera dos cosas de esos análisis: que ningún corredor sobrepase el límite máximo permitido de 50% de hematocrito (porcentaje de glóbulos rojos en la sangre) y que los resultados confirmen la tendencia a la baja que se ha observado en el pelotón desde que se pusieron en marcha los controles preventivos, en marzo de 1997. El descenso de hematocrito es una buena noticia, es un índice indirecto de que la lucha por erradicar el dopaje con EPO va por buen camino.

En 1997, cuando, alarmado por la extensión de la EPO a todos los niveles, el ciclismo puso en marcha los controles de hematocrito como vía indirecta para frenar su consumo (la EPO no ha sido detectable en orina y sangre más que a partir de 2000), el hematocrito medio de los 750 ciclistas controlados era del 45,5%, superior en dos puntos a los valores hallados en un estudio de 1988, año en que, oficiosamente, comenzó el uso de la sustancia dopante que más ha influido en la historia del ciclismo.

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El descenso de hematocrito ha sido lento, pero constante, y en los 1.171 controles efectuados hasta ahora en 2002 se ha situado en 43,5, prácticamente el valor de la era pre EPO. En estos seis primeros meses del año, la UCI y la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) han efectuado 1.984 controles antidopaje en el ciclismo, pero de ellos sólo 120 capaces de detectar la EPO o la NESP (darbepoetina), la sustancia que supone una evolución de la EPO y cuyo uso sacó a la luz el positivo del esquiador Johann Muehlegg en los Juegos Olímpicos de Invierno de Salt Lake City (EE UU). La cantidad de análisis de EPO está limitada por su elevado coste, la lentitud de la técnica de detección, el escaso número de laboratorios capaces de hallarla y por el hecho de que sólo se analiza la orina de aquellos ciclistas que muestren unos sospechosos valores sanguíneos en un análisis previo.

Mientras la UCI interpreta estos datos de una forma muy optimista y el doctor León Schattenberg, presidente de la Comisión Antidopaje del máximo organismo ciclista, habla de 'una normalización de la media de hematocrito como consecuencia de un cambio de comportamiento del pelotón con respecto a los productos que estimulan la producción de glóbulos rojos', otras fuentes hablan de un doble rasero, de unos equipos de gran nivel sometidos a controles de todo tipo, incluidos los internos, y de unos equipos de segunda división descontrolados, en los que el recurso a sustancias prohibidas es rampante. Estas fuentes también advierten del recurso a sustancias nuevas y a métodos como la autotransfusión que aumentan la capacidad de la sangre de transportar oxígeno sin aumentar por ello el valor del hematocrito.

Otro valor que cotiza a la baja y es, por lo tanto, un indicio de que el pelotón más controlado goza de mejor salud que hace unas temporadas es el de la ferritina, una proteína que refleja en la sangre el nivel de los depósitos de hierro del organismo. El abuso de hierro, solo o acompañado de EPO, para prevenir anemias o para aumentar los efectos de oxigenación de la sangre propios de la EPO, ha sido una de las constantes de las últimas décadas en el pelotón. El exceso de hierro está asociado con riesgos a largo plazo de cáncer de hígado y de enfermedades cardiovasculares. En 1999, año en que se pusieron en marcha los controles longitudinales de salud, sólo el 37% de los corredores tenía valores normales de ferritina, lo que quiere decir que dos tercios del pelotón estaba enfermo y recurría a una abusiva suplementación de hierro, el porcentaje de corredores con valores normales ha subido al 56,7%, más de la mitad del total, en lo que va de 2002. Al mismo tiempo, los grandes consumidores (corredores con valores patológicos, superiores a 700 nanogramos por mililitro) han descendido del 14% en 1999 a sólo el 3,1% en 2002.

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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