Un estudio revela que los hijos de gays y lesbianas son más tolerantes

El retrato psicológico de los menores con padres gays o lesbianas no difiere apenas del que presentan los críos educados en hogares heteroparentales. Ésta es la principal conclusión de un estudio de la Universidad de Sevilla, pionero en España, que analiza el desarrollo infantil y adolescente en hogares homoparentales. Las únicas diferencias halladas son una mayor tolerancia hacia la libertad sexual y una visión menos estereotipada sobre los roles de género entre los menores educados en hogares de lesbianas o gays.

María del Mar González, la investigadora responsable del estudio realizado por el departamento de Psicología Evolutiva de la Universidad de Sevilla y el Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid, destacó ayer que las conclusiones del trabajo concuerdan con las obtenidas en otras investigaciones realizadas en otros países, donde tampoco se hallaron diferencias notables entre el desarrollo psicológico de los menores educados por parejas heterosexuales y el de los criados en hogares formados por gays o lesbianas.

En España no se había realizado ningún estudio sobre el tema, que aporta una mirada científica a un asunto que despierta cierta polémica en los sectores más conservadores de la sociedad, que son reacios a permitir la adopción de niños por parejas del mismo sexo al considerar que condiciona el desarrollo futuro del menor. El estudio dirigido por González no aborda este aspecto, pero las conclusiones de la primera entrega -en breve comenzarán otro estudio sobre hijos con más de 18 años- evidencian que la composición de la familia no condiciona el desarrollo del menor. 'La orientación sexual de los progenitores, en sí misma no parece ser una variable relevante a la hora de determinar el modo en que se construye el desarrollo y ajuste psicológico de hijos e hijas', concluye el estudio.

La investigación, promovida por la Consejería de Relaciones Institucionales y la Oficina del Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, se hizo entre 28 familias que residían en Madrid (15 hogares) y Andalucía (13). La mitad de las familias eran monoparentales (un solo progenitor). En total se estudiaron 25 menores, de entre 3 y 16 años, que residían en estos hogares, pero también se evaluaron compañeros de su centro educativo seleccionados al azar y alumnos del mismo nivel que compartieran el tipo de familia (monoparental, biparental o reconstituida después de una separación) para realizar la muestra comparativa entre los tres grupos.

Interrogantes

El estudio pretendía responder a cuatro grandes interrogantes. Las conclusiones ante el primero, que indagaba en cómo desempeñan gays y lesbianas sus roles parentales, revelan que 'reúnen características personales que aportan, a priori, garantías de un buen desempeño en estas tareas'. Son padres y madres sanos, con una gran implicación con sus hijos y flexibles en sus roles de género que, en general, disponen de recursos económicos suficientes, según el informe.

Sobre el entorno social de las familias homoparentales -la segunda cuestión estudiada-, el informe destaca que están 'bastante integradas' en la sociedad y disponen de una red social amplia a su alrededor. En cuanto a la vida cotidiana de los menores, la investigación ha comprobado que disponen de 'las dosis de estabilidad y de variedad que se requieren para propiciar un desarrollo sano y armónico'. No había apenas diferencias entre las rutinas de los hogares homoparentales y los restantes, según el estudio. La cuarta cuestión, relativa al desarrollo psicológico de los menores, concluye que no hay diferencias entre quienes crecen en familias heteroparentales y homoparentales, salvo en la mayor flexibilidad en los roles de género y la aceptación de la homosexualidad de estos últimos.