Suiza abre una investigación criminal por el choque de aviones

Según el testimonio de controladores europeos con años de experiencia, el controlador aéreo suizo que estaba a cargo del centro de Zúrich el pasado lunes incumplió una norma básica al menos cinco minutos antes del choque entre el Tupolev 154 y el Boeing 757: desde otro centro alemán, ese controlador suizo recibió hacia las 23.30 horas el aviso de que el Tupolev 154 pasaba bajo su control al nivel 360 (36.000 pies, unos 12.000 metros). Como ya tenía también bajo su control otro avión -el Boeing 757, a la misma altitud-, el controlador terndría que haber rechazado la supervisión del Tupolev o bien aceptarla, pero ordenándole a continuación un descenso inmediato. Esa orden fue dada cuatro minutos más tarde.

A falta de conocer las grabaciones de las llamadas cajas negras para poder despejar las numerosas preguntas sin respuesta, se sabe que en el momento de accidente sólo estaban bajo supervisión del centro de Zúrich los dos aviones implicados en la colisión y un tercero, al parecer militar, que pasó a 30 millas del lugar. Media hora antes había sido controlado un cuarto aparato. El accidente ocurrió además en la zona mejor vigilada en Europa, donde los aviones son vistos hasta por cuatro o cinco radares a la vez.