Julio Iglesias: 'Tengo 10 años menos que el año pasado'
El cantante abre hoy en Segovia una gira de cuatro meses y anuncia dos nuevos discos
Julio Iglesias volvió ayer a pisar suelo patrio. Pletórico de españolidad y entusiasmo, hoy empieza, bajo el Acueducto de Segovia, su gira Entre mi gente. Una gira por pueblos y ciudades pequeñas que le permitirá dejarse 'ver, sentir y tocar por el pueblo, que es quien toca bien de verdad', hasta el 8 de octubre. 'Un artista al que no le gusta que le toquen no es artista', afirmó el cantante durante una conferencia de prensa tan disparatada como suele ser habitual en él.
'Voy a cantar mucho en Galicia. El Jacobeo nos ayuda mucho, gracias a Dios'.
'Operación Triunfo es una maravilla. La gente lo debería hacer en casa, con los vecinos'
Un año más, se repitió el rito: salón de tapices de hotel de lujo madrileño; 8 o 10 gorilas y 15 o 20 chicos y chicas de producción brujulean nerviosos; 20 cámaras de televisión subidos en una tarima a 20 metros de distancia de la mesa del divo para coger el perfil bueno junto a una pantalla de luz tamizada (¿para las arrugas?); 25 fotógrafos ídem de ídem y 40 o 50 presuntos periodistas sentados y fumando (sólo una docena toma notas: el resto son señoritas rubias recién salidas de la peluquería marcando escote) esperan la media hora de retraso inevitable en toda estrella que se precie. Y a la media hora en punto, aparece. Primero, sesión de fotos. Mirando al vacío y sonriendo profidén, Julio dice: 'Un año más. No me lo puedo creer. ¿Cómo me veis? Más guapo que siempre, ¿no? No envejezco, ¿eh? Qué barbaridad. Terra, Telefónica, qué barbaridad '. Los fotógrafos le piden que les mire a ellos: 'Julio, Julio, Julio'. 'Hasta por el Julio me conocen. Sabéis que no voy a mirar a la derecha'. Entonces mira a la derecha. Y suelta: 'Venga, ya está bien, que me tenéis más visto que al tebeo. Pero qué viejos estáis, qué vergüenza'. Da una palmada, se acerca, estrecha manos, da besos a los foteros. Uno le dice: 'Regálame un Viceroy, Julio'. Y él contesta: 'Gracias por venir. En masa'.
Luego pasa a la sala de prensa. Aplausos de los/as presuntos/as y parrafada de saludo: 'Ésta es mi 30ª conferencia de prensa en España. Me quedan 30 más. Acabo de llegar y estoy feliz, muy feliz. Llevo tres meses encerrado en un estudio de grabación, he salido, me ha dado un poco el sol, me he maquillado bastante bien y aquí estoy, otra vez en casa. Feliz. Estoy con mis hijos, los habéis visto en la tele. Guapísimos. Ah, y tengo 10 años menos que el año pasado, porque tomo unas medicinas chinas. Ahora tengo 51 . Preguntad lo que queráis'.
Uno se anima. Dice que fue compañero de colegio suyo en los Sagrados Corazones. Que su madre (la de Julio) era un bombón. Y que si no le va a componer una canción. 'Le he escrito mucho ya, porque todo lo que he escrito nace de los genes heredados, de una relación íntima con los genes. Pero nunca le he escrito nada directo, es cierto'.
Enseguida cambia de tema: se pone a hablar de la gira, de sus hijos, de su mujer, de 'las gentes' de España, de economía, de su padre... Dice: 'Operación Triunfo es una maravilla. La gente lo debería hacer en sus casas, con los vecinos...'.
Construye unas frases extraordinarias, hechas de esa materia rara y fulgurante que recuerda a los locos, los poetas o los creativos publicitarios. Uno: 'Voy a cantar mucho en Galicia. El Jacobeo nos ayuda mucho, gracias a Dios'. Dos: 'Mi hijo Enrique es muy golfo. Un golfo bueno porque le gusta mucho la vida, tiene 27 años y mucha disciplina. Y eso tiene mucho mérito'. Tres: 'Esta mañana, cuando me desperté, le dije a Miranda: 'Mami, vamos a casarnos la semana que viene'. Y ella me dijo: 'Espera a que los niños anden'. Y yo le dije: 'Pero para qué quieres que anden si con esta marcha vamos a tener otro en 15 días'. La verdad es que está obsesionada con que los niños anden'. Cuatro: 'Para evitar la confusión quiero decir que esta gira no representa ningún interés económico. Es una gira con ningún margen de ganancia. . Todo lo contrario. Es una gira de cariño, de técnica pefecta, en sitios preciosos, con mucha prensa extanjera para que vean el progreso de España. Una gira que ha sido factible gracias a un fenomenal equipo de profesionales y de gentes que ha trabajado muy unido con mi equipo de gentes. Es una gira para mi padre, que es un español de caminos largos y me dijo que no quería morirse sin verme cantar en esos pueblos de España que tanto le gustan'.
Y los discos, ¿qué?, le interrumpe alguien. 'Se titulan Sentimientos y Piano bar. Del segundo me faltan todavía cuatro canciones. Sentimientos es el mejor disco de la historia de la música latina. Esto lo digo porque puedo. Llevo 79 álbumes. Luego lo veo escrito y me río mucho. Y me digo: 'Vivan tus cojones'. ¿Y Piano bar? 'Piano bar es para hacer niños'. ¿Y por qué vive aún en Miami? 'Yo vivo en una isla. Pero dicen los sabios que si Fuster no estuviera en Mount Sinaí y en Harvard no sería el mejor cardiólogo del mundo'.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.