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La ley catalana dice que la gran biblioteca estatal debe estar en Barcelona ciudad

Aunque las ciudades de Badalona, Santa Coloma de Gramenet y Ripollet, entre otras, se han ofrecido en las últimas semanas como sede de la polémica biblioteca pública del Estado en Barcelona si no se llega a un acuerdo para compatibilizar el equipamiento con los restos arqueológicos hallados en el Mercat del Born, nadie discute que la ciudad de Barcelona tiene que contar con una biblioteca de estas características. Así lo indica la ley del sistema bibliotecario del Parlament.

El término provincial, para denominar este tipo de equipamientos con los que el Estado garantizaba en el siglo XIX que cada provincia contara con una biblioteca en condiciones, ha llevado a equívoco en más de una ocasión. 'Es una denominación anticuada', explica Assumpta Bailac, directora del servicio de bibliotecas de la Diputación de Barcelona. 'Son provinciales en el sentido de que recogen el depósito legal de la provincia', añade Assumpció Estivill, decana de la Facultad de Biblioteconomía y Documentación de la Universidad de Barcelona.

Gestión transferida

Aunque no es imposible que el Estado decida construir, en coordinación con la comunidad autónoma -que tiene transferida la gestión de estos centros culturales-, una biblioteca pública en cualquier ciudad de dimensiones medianas, la ley catalana establece en su artículo 33 que la biblioteca pública del Estado en Barcelona ejercerá 'las funciones de biblioteca central' y de 'coordinación' de la red de bibliotecas públicas de la ciudad. Así, asume que el centro que el Ministerio de Cultura plantea construir en la provincia de Barcelona debe estar en la misma ciudad.

Estas bibliotecas centrales coordinan los servicios bibliotecarios en las ciudades de más de 30.000 habitantes. En el caso de Barcelona, cada distrito debe contar con un centro de estas características -las llamadas bibliotecas de distrito-, 'sin perjuicio de la coordinación que, en funciones de biblioteca central, tiene que ejercer la biblioteca estatal de Barcelona', reza la ley.

En el mismo sentido se manifiesta el programa de necesidades elaborado por el Ministerio de Educación y Cultura, la Generalitat de Cataluña y el Ayuntamiento de Barcelona en 1998, que establece que la biblioteca pública del Estado en Barcelona será 'biblioteca pública de ámbito provincial y biblioteca central urbana'.

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El Plan de Bibliotecas le da una tercera función: biblioteca de distrito de Ciutat Vella. Si finalmente no se construye la instalación prevista en el Born, el Ayuntamiento se vería obligado a buscar alternativas para que el distrito no se quede sin la que le corresponde.

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