Pedro Aparicio pide que la cultura nacional incorpore los valores europeos como complementarios

El comisario cultural del Parlamento europeo, Pedro Aparicio, disertó ayer sobre la situación cultural en el viejo continente durante la inauguración del curso Investigación y creación en las artes plásticas y visuales en la sede Iberoamericana Santa María de La Rábida de la Universidad Internacional de Andalucía. Pedro Aparicio insistió en la necesidad incorporar en la cultura nacional los valores de la nueva realidad global europea. Al curso asistieron 26 personas, entre profesores de Bellas Artes y profesionales del mundo artístico y universitarios.

Uno de los objetivos del curso, según su director, el doctor de la Universidad de Huelva Samir Ásale, reside en proponer temas de investigación y creación relacionados con las artes plásticas. Además, pretende ser un foro de debate sobre el presente y el futuro de las facultades de Bellas Artes como centros de docencia e investigación.

Pedro Aparicio, ex alcalde socialista de Málaga y ex presidente de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP), afirmó ayer, en la que fue la primera conferencia del curso, que la sociedad actual asiste a un proceso histórico donde se fragua el concepto europeo. En este marco, planteó Pedro Aparicio, 'la cuestión es si existe una cultura europea o quince culturas europeas, dado el proceso constituyente en el que nos encontramos'.

Para el comisario europeo, no se puede hablar aún de una identidad europea, 'que es un concepto pasivo y pasado' sino de un proceso de identificación europea: 'un concepto activo y futuro'. 'Los europeos tenemos que identificarnos a toda velocidad para formar una unidad frente a potencias fuertes como Estados Unidos', concretó. Existen motivos para que se produzca esta identificación europeísta, según el comisario. 'Tenemos una historia común. Pertenecemos a un continente que ha liderado el mundo desde la óptica cultural y moral', precisó.

No obstante, Pedro Aparicio puntualizó que la metamorfosis del 'ser europeo' no debe soslayar nunca la propia cultura de cada nación. 'El secreto está en conservar, como un tesoro, la diversidad cultural europea. Nunca la cultura global debe sustituir a la nacional, sino que tiene que ser un complemento de la misma. Un añadido', matizó.

Pedro Aparicio destacó que los jóvenes, no sólo españoles sino de toda Europa, integran el colectivo más propicio para adaptar la nueva realidad transfronteriza. 'Los jóvenes son los que más están contribuyendo a este proceso convergente de culturas. Están construyendo una nación nueva. Una nación de naciones. De ellos depende gran parte del futuro proyecto federalista' concluyó.

El comisario europeo manifestó que el paraje de La Rábida le ha deslumbrado, aunque ya lo había visitado en otras ocasiones. 'Es un lugar precioso que me ha hecho recordar muy buenos momentos', dijo. Además, añadió que los andaluces deben sentirse orgullosos de contar con una universidad de la calidad de la Universidad Internacional de La Rábida, tanto por el planteamiento de los cursos que en esta sede se tratan, como por el Puerto de las Artes, el espacio reservado para la muestra de artistas contemporáneos, que complementa la docencia.

Este curso coincide en su clausura, prevista para el 5 de julio, con la inauguración de la muestra de arte contemporáneo del Puerto de las Artes, que estará ubicado también en La Rábida. Este año, el espacio cuenta, como invitados especiales, con los artistas italianos Grabriela Lozzi, Dani Piludu, Roberto Puzzu y Angelino Fiori. Entre sus obras destaca Zona Franca, donde los artistas intentan comparar Cerdeña con Huelva a través de la riqueza natural.

Otra de las exposiciones interesantes que incluye la muestra del Puerto de las Artes se titula Nuestro mundo. Se trata de una exposición fotográfica que refleja la realidad de los países del Tercer Mundo. La muestra, organizada por la Asociación Condesub, contiene 18 instantáneas de las fotógrafas María José Cejudo Sánchez y Ana Vázquez. Unas imágenes crudas que ofrecen una visión realista de la cotidianeidad social, cultural y económica de las clases campesinas del Ecuador, Perú, Bolivia y Guatemala.