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Reportaje:Brasil | Brasil-Alemania, un duelo inédito | Mundial 2002

Los únicos exuberantes

Brasil, que sólo ha flaqueado en la defensa, explota sus múltiples versiones para ganar

Santiago Segurola

Brasil es una reunión de futbolistas que le abren inmensas posibilidades. Imaginación, potencia, pegada, habilidad, sentido táctico... La concentración de talento en su delantera se acomoda perfectamente con el sentido táctico y la capacidad de desgaste de su centro del campo. Sin duda, tiene además un nombre propio, Ronaldo, en la versión más parecida al jugador que asombró al mundo. Rivaldo es el complemento ideal y Ronaldinho el futuro. Pero Brasil también es potencia en la línea medular, en la que Gilberto Silva ha sido un gran descubrimiento. Si acaso, flaquea en la defensa. Ninguno de los tres centrales ha demostrado seguridad alguna.

Marcos (portero). La tradición habla de grandes equipos brasileños con malos porteros. Hasta ahora Marcos no ha cometido ningún error grave. Frente a Bélgica su actuación fue providencial. Probablemente salvó a Brasil de la eliminación. De gran envergadura, está más preparado para jugar en el área pequeña que en la grande. Tiende a rechazar antes que a blocar.

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Cafú (lateral derecho). Hay discusiones sobre su verdadera edad. Cualquiera que sea, sigue vigente. Es el mejor lateral derecho del mundo. Excepcional su torneo. Sus incursiones tienen la pujanza y la precisión de las que protagonizan los grandes extremos. Sus centros son temibles. Menos atento a las tareas defensivas en el sistema de tres centrales.

Lucio (central). Irregular actuación durante todo el Mundial. Proclive a cometer un error grave por encuentro. Uno de ellos, frente al inglés Owen, estuvo a punto de costarle la eliminación a Brasil. Espectaculares condiciones: buen cabeceador, poderoso y con carácter. Tiene algunos problemas con su perfil izquierdo. Célebre por sus imprudentes incursiones.

Edmilson (libre). Comenzó con algunos problemas, pero se ha convertido en el líder de la cobertura. Típico defensa brasileño, con una querencia irrefrenable a participar en las jugadas de ataque. Más contenido que Lucio. Buen cabeceador. Autor, frente a Costa Rica, de uno de los mejores goles del campeonato.

Roque Junior (central). El defensa de perfil más bajo. Criticado en el Milan. Sólidas prestaciones en la Copa. No se complica la existencia. Jamás abandona las posiciones defensivas, al contrario que Lucio y Edmilson. Limitado con la pelota.

Roberto Carlos (lateral izquierdo). Estupendo Mundial de un jugador que no atravesó su mejor temporada en el Madrid. Hace en la izquierda lo que Cafú en la derecha, con el añadido de sus remates. Siempre se sintió incómodo en el sistema de tres centrales, pero esta vez ha funcionado como en sus mejores momentos. Rapidísimo, potente, incansable en sus ataques. Primer lanzador de las faltas.

Kleberson (medio centro). Una de las novedades de Brasil. Sólo había disputado seis partidos con la selección. Comenzó como suplente, con Juninho de titular. Pero su presencia era necesaria en un equipo que se rompía por la mitad. Jugador laborioso, complementario, atento a su cometido de aguador junto a Gilberto Silva.

Gilberto Silva (medio centro). Típico medio centro brasileño: gran sentido táctico, firme, silencioso, con cierto talento para mover la pelota. Jugador decisivo. Llegó como suplente, pero la lesión de Emerson le situó como titular a la fuerza. Parecía un trabajo difícil de cumplir. Lo ha hecho a la perfección. Se quedó solo en los partidos que jugó con Juninho. Con Kleberson se siente más cómodo. Ha cometido la mitad de las faltas del equipo durante el torneo, 44 de 87, es decir más de siete por partido.

Ronaldinho (delantero). Decepcionó en los primeros partidos. No parecía feliz pegado a la raya derecha. Comenzó a funcionar en la segunda fase, especialmente contra Inglaterra. Fue el héroe del encuentro. Jugador vertical, habilidoso, capaz de funcionar en todo el frente de la delantera, cada vez más convencido de su importancia junto a Rivaldo y Ronaldo.

Rivaldo (delantero). Penó en el primer partido como extremo izquierdo. No volvió a esa posición. Ahora juega por detrás de Ronaldo, sin apenas obligaciones. Cuanto más anárquico, mejor se siente. Tremenda pegada, gran sentido para olfatear el gol. Ha elevado sus prestaciones hasta jugar francamente bien contra Turquía. No importa que lo haga bien o mal: es capaz de ganar un partido con cualquier detalle.

Ronaldo (delantero). La historia del Mundial. Prácticamente inactivo durante tres años. Si está lejos o cerca de su mejor nivel, no importa: nadie marca la diferencia como él. A su extrema potencia añade una velocidad de sprinter y un control espectacular de sus acciones a pesar de la velocidad que desarrolla. Ningún delantero ofrece más garantía de gol.

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