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La depreciación de la libra esterlina alivia a los industriales británicos

El valor actual del euro, 64,72 peniques, estimula a los partidarios de la moneda única

La caída del dólar se está convirtiendo en la mejor medicina para acercar la paridad de la libra esterlina con el euro al nivel que quiere la industria británica. La fortaleza de la libra frente al euro se ha presentado en los últimos tres años como el principal obstáculo para que la divisa británica se integre en el euro, más difícil de superar incluso que las reticencias político-sentimentales que hacen que todavía una significativa mayoría de británicos se oponga a la desaparición de su moneda.

En apenas unos meses, el panorama ha cambiado completamente y el tipo de cambio empieza a parecer un obstáculo casi menor. El euro, que llegó a valer tan sólo 57 peniques de libra (equivalentes a 292 pesetas por libra) ha logrado esta semana su cotización más alta en 32 meses al llegar a 64,72 peniques de libra, poco más de 256 pesetas por libra esterlina. Una cotización que se acerca a los 67 peniques (248 pesetas) que la industria británica considera que es el valor máximo al que la libra puede entrar en el euro sin poner en peligro la supervivencia de las manufacturas británicas frente a sus competidores del continente. Pero lejos aún de la exigente horquilla de paridades votada en 1999 por la mayoría de los 1.017 empresarios de la Confederación de la Industria Británica (CBI) encuestados en 1999 y que se pronunciaron a favor de una paridad de entre 1,35 y 1,38 euros por libra, equivalente a entre 2,65 y 2,70 marcos alemanes por libra (de 225 a 230 pesetas por esterlina).

La caída de la libra frente al euro ha envalentonado a los partidarios de la moneda europea hasta el punto de que el ministro del Tesoro, Gordon Brown, se ha visto obligado a recordar una vez más que el ingreso en el euro no va a depender de la cotización a corto plazo de la libra. 'Se trata quizá de la decisión económica más importante que podemos tomar como país en tiempos de paz', aseguró con cierto dramatismo el miércoles por la noche en la City.

Aunque, una vez más, Brown dejó muy claro que recomendará el ingreso en el euro sólo si se cumplen las cinco condiciones económicas impuestas por él mismo en otoño de 1997. El ministro del Tesoro británico atizó como pocas veces el optimismo de los partidarios del euro en Gran Bretaña al definirse a sí mismo como 'un europeísta', algo que a muchos se les estaba empezando a olvidar.

El euro no alcanza al dólar

La esperanza de que la moneda única igualara al dólar no se cumplió ayer, al menos por ahora, como advierten los analistas del mercado. El freno en la subida de la cotización del euro frente a la divisa estadounidense fue atribuido al anuncio de una revisión al alza de las cifras de crecimiento de la economía norteamericana en el primer trimestre.

Mientras el Banco Central Europeo (BCE) fijó el cambio oficial en 0,9824 dólares, en Francfort el euro se cotizaba a media tarde a 0,9857 dólares. Los expertos afirman que la recuperación del dólar será un fenómeno temporal y prevén que el euro seguirá en alza en los próximos días.

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