'Hay un retroceso de libertades que afecta sobre todo a la religiosa'

Jadicha Candela (Murcia, 1952) nació en una familia católica y en 1979 se convirtió al Islam. Trabaja como letrada del grupo socialista en el Congreso, especialmente para la Comisión Mixta para la Igualdad de los Derechos de la Mujer, y preside la asociación de mujeres musulmanas españolas An-Nissa. Participó en las negociaciones que culminaron en 1992 con los acuerdos de cooperación entre España y la confesión islámica. Ayer participó en San Sebastián en el seminario Islam, musulmanes y sociedades islámicas, organizado por los Cursos de Verano de la UPV.

Durante un descanso, Candela afirmó que los ataques del 11-S 'han servido de excusa para radicalizar la postura de toda Europa contra la diferencia', en este caso 'contra la diferencia islámica', enarbolando la bandera del 'peligro del terrorismo y el fundamentalismo', aunque 'lo que subyace es la pobreza'. Con la misma seguridad tachó de 'muy frívola' esa excusa, porque 'no se pueden generalizar esos peligros a los 1.200 millones de musulmanes que hay en el mundo'.

Ya centrada en España, la abogada subrayó que el Gobierno debería contrarrestar los mensajes que arremeten de forma general contra el Islam. Y para ello, dijo, no tiene nada más que 'llevar a la práctica' el principio de libertad religiosa que recoge la Constitución, algo que, en su opinión, no hace el Ejecutivo de José María Aznar.

En este sentido, la presidenta de An-Nissa es pesimista. 'A corto y medio plazo no vamos a tener el impulso que deberíamos tener por parte del Gobierno para favorecer esa pluralidad religiosa', apuntó Candela, quien opina que 'ahora hay un retroceso de libertades evidente', que 'ha afectado sobre todo a la libertad religiosa'.

'Hicimos un esfuerzo de libertad enorme en la transición, desmontando de manera pacífica la dictadura', que 'se basaba en el monopolio político y el monopolio religioso de la Iglesia católica', explicó. Y añadió: 'El monopolio político se desmembró con los diferentes partidos, pero no hemos tenido la energía suficiente para desmembrar el religioso en diferentes confesiones'.

Candela criticó la política de inmigración del PP, porque 'es la política de la expulsión' y 'no favorece la integración ni nada'. 'Se ha criminalizado al inmigrante por ser pobre y diferente', destacó. Pero antes instó a los gobernantes a que recuerden cómo los españoles que emigraron hace 25 años 'exigían solidaridad y buenas condiciones para salir de la pobreza'.

La letrada tuvo también palabras de rechazo para prácticas como la lapidación y la ablación. 'Estas prácticas no están basadas en el Islam. Provienen de sociedades primitivas en las que a las mujeres se las trataba como animales de reproducción', recalcó, al tiempo que invitó a las mujeres a sublevarse contra ellas.