Asedio a la mazmorra
El jugador luchará contra una extraña rebelión que puede sumir al reino de Ehb en una terrible guerra
Chris Taylor creó Total Annihilation, uno de los juegos de estrategia en tiempo real para PC más venerados, y para sacarse la espina tras tener que cancelar el juego de rol Torn en Black Isle Studios, se metió de cabeza Dungeon Siege. Microsoft apostó por él junto con su recién fundada compañía Gas Powered Games. Todo apunta a que el gigante de Redmond ha vuelto a acertar.
Los miles de seguidores de Diablo tienen una historia épica, mucha acción, decenas de hechizos, una capa de rol y el ingrediente mágico: el salto a las tres dimensiones.
La historia transcurre en el reino de Ehb. Antiguamente esta zona no era más que un establecimiento comercial, pero al llegar la 10ª Legión al lugar se convirtió en un protectorado militar y posteriormente en una monarquía. A pesar de haber sido el mejor ejército de todos los tiempos, la 10ª Legión tuvo que batirse en retirada y establecerse en Ehb al desmoronarse el Imperio durante la Guerra de las Legiones.
'Dungeon Siege'
Desarrolla: Gas Powered Games Distribuye: Microsoft Plataforma: Windows Género: Acción Recomendado: Mayores de 16 años Precio: 48 euros Internet: www.dungeonsiege.com
Han pasado 300 años. Ehb es ahora un país con una increíble diversidad cultural y geográfica donde todos rinden lealtad al rey. Sin embargo, los droogs, una raza que goza de cierta autonomía, empieza a asaltar al resto de habitantes sin una razón aparente. Interpretando a un campesino, el jugador deberá formarse como guerrero para garantizar la paz del lugar.
En Dungeon Siege básicamente hay que matar todo tipo de bichos, recoger objetos y avanzar en un escenario más o menos lineal a pesar de la sensación de amplitud que dan las 3-D. La mínima complicación la introduce el uso de conceptos propios del rol que obligan a detenerse de vez en cuando para mirar el inventario y organizarlo. Así puede ir protegiéndose con mejores armaduras, usar el arma óptima para las habilidades que posee el personaje y aprenderse los hechizos de los libros de conjuros. Quien no preste atención a mejorar la defensa y el ataque, no podrá avanzar más allá del tercer escenario pues los bichos son cada vez más potentes.
Al comenzar la aventura hay que crear al protagonista eligiendo el sexo, el color de la piel, el pelo, la cara, la indumentaria y dándole un nombre. Armado con un arado, empezará a repartir mamporros entre los drog, de los que obtendrá pócimas de curación, oro y las primeras armas, como dagas y arcos.
A base de usar más un arma u otra, así como la magia natural o de combate, aumentarán unas u otras habilidades. Si contínuamente se usa la magia de combate empezará a subir rápidamente este nivel, con lo que será posible usar cada vez conjuros más potentes a cambio de ser un patán en la lucha con armas.
El cambio de un tipo de arma a otro se hace de forma instantánea mediante las teclas 1 a 4. De hecho, el diseño de la interfaz y la distribución de las teclas y los atajos a las acciones es extremadamente efectivo.
El control del personaje principal o del resto de miembros que se pueden unir a éste, hasta ocho y una mula, para ampliar el inventario, se realiza mediante el ratón. Basta pinchar en un punto en el escenario para que se mueva hasta ahí. Si se pincha sobre un objeto con el mismo botón se recoge, y si en lugar de un objeto es un enemigo, se procede a atacarlo.
El motor gráfico que mueve a Dungeon Siege es un prodigio de la técnica. No ofrece los mejores modelos, pero posee todo lo necesario para que un juego de este tipo desfile elegantemente con efectos de todo tipo como iluminación dinámica, sombras, efectos meteorológicos y un punto muy importante: no hay cargas intermedias entre escenario y escenario, se produce todo de un tirón. El excelente doblaje y la traducción al castellano facilitan la entrada de cualquier tipo de jugador.
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