El Torta reaparece en Madrid para 'volver a gozar' y grabar en directo

Juan Moneo Lara, El Torta (Jerez, 1952), uno de los mejores cantaores vivos, reapareció anoche en Madrid, donde canta hoy otra vez. Sus dos actuaciones en la sala Suristán (23.00, 15 euros) se graban para un disco: un momento de luz para una historia oscura. El Torta lleva ya un año deshabituándose en el centro jerezano Brote de Vida de una severa adicción. Desde allí cuenta que está con la voz 'como un cañón' y que ha engordado 'mucho'. 'He estado tirado 20 años, pero ahora toca gozar y disfrutar. Se acabó la vida mala'.

'Ahora como y ceno todos los días', exclama El Torta por teléfono con una candidez desarmante. 'Voy muy tranquilo y ya veo la luz. Cuando llegué aquí estaba muy mal, tenía el norte perdido. Dormía y pedía en la calle. Creí que me iba a morir o, peor, que me iba a quedar inválido. Pero ahora voy natural. Natural, natural'.

Su tutor, Joaquín Padillo, explica que El Torta ingresó el 26 de junio de 2001 en ese centro que depende de la Iglesia evangélica. 'Su adicción múltiple le había llevado a un estado terrible. Mucha gente le dio la espalda y cuando más enfermo estaba, le quería contratar por cuatro pesetas, por dos papelinas'. Un año justo después, añade Padillo, 'Juan está mucho mejor, ha empezado a salir con su pareja y su familia y ha empezado a cantar. Ahora sólo falta que el entorno flamenco le ayude. Ya sabemos que flamenco significa noche y copas, pero yo pido a todos los aficionados que le echen una mano. Él ya ha visto que con agua canta mejor que antes'.

'Como nunca'

Lo saben los cientos de tortistas que abarrotaron la otra noche la peña jerezana Antonio Chacón, en su primer recital serio de esta nueva etapa. Las críticas coincidieron: 'El Torta cantó como nunca'. 'Es que ahora hago un tercio y respiro', explica, 'y canto muy concentrado, con los ojos cerrados todo el rato. Y muy despacito, no como antes, que iba a 300. Correr no trae nada bueno. De repente me vienen letras que había olvidado, y alucino: ¿pero me sabía yo tantas letras? Eso te pasa cuando estás bien. Piensas sólo 10 cosas, no 100 como antes, y 80 de ellas chungas'.

Con El Torta viene, a la guitarra, su sobrino Juan Manuel Moneo, otro más de la saga. 'Es serio, formal y tiene mucha sensibilidad y sentimiento. Y 20 años'. El plan es grabar los dos días de actuación y luego ver si se puede editar un directo. 'Vamos a ver si sale. Si se puede, se hace. Y si no, no pasa nada'.