52 años de vacío
17 selecciones europeas, cuatro americanas y una asiática han superado en los 13 últimos Mundiales el listón que se le ha atragantado a España
Han pasado ya 52 años desde que España alcanzó su techo mundialista, el cuarto puesto en Brasil 50. Desde entonces nunca se ha metido en las semifinales de la máxima competición del fútbol mundial. Desde entonces hasta 17 selecciones europeas sí han sido capaces de superar los cuartos de final. Desde entonces también lo han logrado cuatro suramericanas (Argentina, Brasil, Uruguay y Chile) y una asiática (Corea). Desde entonces, en cambio, los clubes españoles han ganado 25 títulos continentales, sólo por detrás de los ingleses (27) y los italianos (26).
Desde 1950 la selección inglesa ha alcanzado dos veces las semifinales (1966 y 1990) y la italiana cuatro (1970, 1982, 1990 y 1994). Otra potencia futbolística, Alemania, con 17 títulos de clubes, ha estado hasta diez veces en el penúltimo escalón del torneo. Francia, con un solo título de clubes, ha visitado tres veces las semifinales de un Mundial.
En los últimos 52 años también se han colado en el cuadro de honor del torneo países futbolísticamente menores, cuyos equipos no tienen ningún título europeo: Polonia (1974 y 1982), Bulgaria (1994), Austria (1954) y Croacia (1998).
La relación entre clubes y selecciones ha sido más equilibrada en otros países. La antigua Unión Soviética cruzó el umbral de los cuartos de final en 1966 y sus equipos lucen tres títulos. La selección portuguesa también entró en las semifinales en 1966 y sus clubes han ganado cuatro veces. En el historial de las competiciones de clubes aparecen cuadros yugoslavos (dos veces), suecos (dos), belgas (cinco), húngaros (uno) y turcos (uno). Todos esos países han saboreado alguna vez las semifinales en unos Mundiales. Yugoslavia, en 1962; Bélgica, en 1986; Hungría, en 1954, y Turquía, en 2002. Y Suecia, en 1958 y 1994, dos veces.
Después de Brasil 50, España ha participado en nueve fases finales de la Copa. Pero nunca ha logrado superar la barrera de los cuartos. Ninguna de sus excelentes generaciones ha brillado en un Mundial. Hungría se lució con la quinta de Puskas, Suecia con la de Liedholm y mucho después con la de Brolin, la extinta Checoslovaquia con la de Masopust, Yugoslavia, con la de Sekularac, Portugal con la de Eusebio, la antigua URSS con la de Yashin, Holanda con la de Cruyff y luego sin él, Polonia con la de Deyna y con la de Boniek, Bélgica con la de Ceulemans, Bulgaria con la de Stoichkov, Croacia con la de Suker... Otras incluso han sido campeonas.
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