Camacho no revela si seguirá, pero afirma: 'El futuro es mío'
El seleccionador español, José Antonio Camacho, no quiso hablar el día después de que España cayera derrotada ante Corea del Sur. Tampoco quiso decir mucho ayer y sólo aceptó hacer un par de comentarios en el aeropuerto de Busan. No eran las 8.00 de la mañana cuando el técnico, todavía entre bostezos, volvió a mostrar su actitud impenetrable ante las especulaciones sobre su futuro profesional. La participación irregular de España en el Mundial, la eliminación ante Corea, no son elementos suficientes para calificar lo sucedido como un fracaso, según Camacho. 'Antes del Mundial dije que si caíamos en la primera fase yo dejaría el puesto, pero a partir de ahí la decisión sobre el futuro es mía y en eso estamos', dijo el seleccionador. Luego agregó, enigmático: 'El futuro es mío'.
No quedó claro si con esta declaración Camacho pretendió dejar claro que en el futuro hará lo que quiera respecto a seguir o no al frente de la selección, o si se trató de una mera afirmación de optimismo. Lo que sí es cierto es que el técnico tiene la potestad de rescindir unilateralmente el contrato de seleccionador. Pero la federación española no tiene noticias sobre supuestas intenciones de dirigir a otro club en el corto plazo. 'En este momento no le veo haciendo otra cosa que no sea dirigir a la selección. Camacho es del Real Madrid pero es más de la selección española', dijo ayer un portavoz federativo, muy seguro de que la verdadera afinidad del técnico por el equipo de España le mantendrá atado a su actual trabajo durante, al menos, dos años más.
'Si hubo robo o no en el partido contra Corea no lo sé', comentó Camacho; 'eso ya es parte de la historia y ahora hay que pensar en el trabajo que tenemos por delante, que es clasificar a España para el próximo Campeonato de Europa en Portugal el 2004'.
'Yo venía a ganar este Mundial y las cosas no han salido. No tengo que hacer valoraciones sobre todo esto. Eso es cosa vuestra', concluyó el técnico, muy desganado antes de abordar el avión que trajo a la selección a España. Camacho ha permanecido indignado durante los pasados dos días tras el arbitraje que, según él, expulsó a España del torneo. Se siente estafado por la FIFA y se niega a considerar que su equipo no hizo méritos suficientes para alcanzar la semifinal. 'Nosotros hicimos nuestro trabajo, salimos al campo a ganar, metimos dos goles, no nos los dieron y no pudimos hacer más', zanjó.
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