Pólvora y cava en Sant Joan
Los catalanes consumieron 1.300.000 cocas para festejar la noche más corta del año
Verbenas, hogueras, pólvora, cava y coca. Solsticio de verano. Así festejó Cataluña la noche más corta del año, la verbena de Sant Joan. La tradición manda encender hogueras con muebles viejos en calles y plazas después de la puesta de sol del día de ayer.
Este año se han vendido 1.300.000 cocas, sobre todo de frutas confitadas y piñones, según informó ayer el gremio de pasteleros. De éstas, un millón se vendieron en Barcelona, menos que en otras ocasiones porque muchos barceloneses han aprovechado el puente para salir de la ciudad.
Durante la noche de ayer, ayuntamientos, policía y bomberos extremaron los dispositivos de seguridad. En la verbena del año pasado, los bomberos realizaron más de 700 salidas. Las administraciones catalanas pusieron en marcha un año más la campaña Verbenas con precaución con el objetivo de minimizar los riesgos que produce el uso de petardos y la realización de hogueras, tanto en la noche de Sant Joan como en la -menos popular- de Sant Pere.
Además, los Mossos d'Esquadra y los cuerpos de Policía Local incrementaron hasta 200 los puntos en los que han realizado controles de alcoholemia hasta esta esta madrugada.
En Barcelona, donde esta noche se han celebrado decenas de verbenas en todos los barrios, el metro y los Ferrocarrils de la Generalitat han permanecido abiertos durante toda la noche y se han reforzado las líneas de autobuses nocturnos. Por la noche ya estaba restablecida la circulación de la línea 5 del metro, que permaneció cortada por espacio de cinco horas entre las estaciones de Collblanc y Diagonal por la avería de un tren de maniobras.
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