Detenciones y coacciones en el 20-J

El 20-J se saldó sin incidentes graves pero, al cierre de esta edición, eran tres las personas detenidas.La policía arrestó en Orihuela a dos sindicalistas que pegaban carteles por no identificarse. Fueron liberados unas horas después. En Valencia, un joven con aspecto de cabeza rapada fue detenido tras increpar a unos 150 sindicalistas concentrados en la plaza del Ayuntamiento.

En el Consistorio valenciano, la sección sindical del STA-Intersindical Valenciana decide hoy si presenta denuncia en comisaría, después de la decisión del equipo de gobierno del PP de forzar la puerta de sus locales en el edificio municipal para retirar una pancarta con el lema Tancat per Vaga, que estaba colgada de la fachada del edificio municipal.

En la A-3, a su paso por Xirivella, los bomberos retiraron a las ocho de la mañana unos neumáticos en llamas. Unas horas antes la línea 3 del metro fue objeto de sabotaje, así como la línea de cercanías de Renfe entre Algemesí y Alzira. En Valencia, la actuación de los piquetes causó la rotura de las lunas de dos camiones de recogida de basura, daños en una entidad financiera y en la terraza de una céntrica cafetería. Asimismo fueron quemados varios contenedores y una excavadora y se vertió jabón en las fuentes públicas.

Un guarda jurado 'encañonó' en una sede del Instituto de la Seguridad Social en Valencia a unos sindicalistas que pegaban adhesivos en las cristaleras del edificio, según denunció CC OO. En Castellón, el concejal socialista Ignacio Subías se quejó del abusivo control policial sobre los piquetes. Las identificaciones a los sindicalistas se produjeron durante toda la noche. La Policía Local no dio datos y la Nacional las limitó a cinco. En la delegación de Hacienda de Gandia, los vigilantes impidieron la entrada de sindicalistas. UGT anunció que presentará 25 denuncias contra empresarios por coacciones, informa Eva Batalla.

Ayer salió a la calle toda la plantilla de la Policía Nacional, 3.358 agentes, además de los 250 de la policía autonómica, 4.558 guardias civiles y 6.000 policías locales en 300 plantillas. Del despliegue policial hablan otros dos ejemplos: mientras la mascletà de las fiestas de Alicante reunía a un 30% más de agentes que otros años, debido al enojo de los sindicatos por mantenerse su disparo a las 14.00, en Castellón había un policía en cada manzana para proteger a los comerciantes que decidieran abrir las puertas.