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Reportaje:

El otro récord del atleta Alberto García

El campeón de Europa de 3.000 metros regresó a su barrio para fomentar el deporte entre los escolares de Vallecas

El atleta Alberto García, de 31 años, tiene un récord: la mejor marca de España tras correr 5.000 metros en 13 minutos, 2 segundos y 54 centésimas. Pero este madrileño, que ha competido con los grandes nombres del atletismo, como el marroquí Hicham el Guerruj o el belga Mohammed Mourhit, consiguió ayer otra plusmarca: firmar más de 200 autógrafos sin dejar de sonreír. Fue en el colegio masculino Tajamar, en la calle de Pío Felipe, de Vallecas, el barrio donde el atleta vivió con sus padres.

La Federación Española de Atletismo ha organizado unas jornadas divulgativas en 30 colegios de la capital, con la mirada puesta en la novena Copa del Mundo de atletismo, que se celebrará en septiembre en el estadio de La Peineta. Así, varios deportistas han pasado por más de 20 centros de Madrid hablando de su actividad. Ayer le tocó al corredor vallecano Alberto García enfrentarse a alrededor de 250 niños de entre 11 y 14 años, algunos más altos que él. Los chavales le hicieron muchas preguntas y esperaron cola para recibir un autógrafo y estar cerca de un plusmarquista español, del campeón de Europa de los 3.000 metros en pista cubierta.

La Federación de Atletismo promociona en 30 colegios de Madrid la próxima Copa del Mundo

Alberto García animó a los chavales a practicar un deporte al que él mismo llegó algo tarde. Comenzó a entrenarse cuando tenía 16 años, y los principios fueron muy duros. 'A veces faltaba a los entrenamientos, me inventaba excusas. Ahora, si dejo un día de correr, me siento raro'. El atletismo, contó, es un deporte solitario. Pero no lo era cuando él comenzó a practicar. 'Al principio es como un juego. Los entrenamientos no son muy duros, y puedes hacer muchos amigos'.

Los alumnos del centro no se quedaron contentos con un discurso tan breve. '¿Se sufre mucho en los entrenamientos', preguntó un chico. 'El atletismo es uno de los deportes más duros, junto al ciclismo, que existen hoy. Pero la recompensa supera todo sufrimiento. Se sufre cuando estás en la élite, pero no al principio. Ya tendrás tiempo de eso', le animó García.

Otro alumno logró coger el micrófono e inquirió: '¿Qué haces cuando no te entrenas? ¿Vas a las discotecas?'. El campeón, paciente, respondió: 'Ya soy mayorcito para ir a discotecas. Me gusta descansar e irme a cenar con mi novia'. La respuesta provocó 250 silbidos.

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El atleta madrileño contó que pasa muchos nervios el día antes de la competición, que apenas puede dormir. Y que, media hora antes de la carrera, concentran a todos los que van a competir en una misma habitación, la cámara de llamadas. 'Intentas concentrarte, pero miras las caras y te das cuenta de quién está nervioso y quién no, de si te pueden ganar o no. Cuando suena el disparo, todos somos rivales. Antes y después de la carrera somos amigos', aseguró.

Otro alumno del colegio le preguntó si alguna vez llegaría a doparse. El atleta intentó aleccionar a los chavales, por si algún día se dedican al deporte: 'Con todo lo que he conseguido hasta ahora, no lo necesito. Si tomara un producto incómodo para mi salud, lo pagaría caro. El dopaje le puede hacer mucho daño al cuerpo', sentenció.

Pero Alberto García no fue el único protagonista de la mañana. Eduardo Castillejo, de 14 años, también recibió aplausos. Su apodo, Eduardo Martillejo, lo dice casi todo. Es alumno del Tajamar y campeón de España de martillo. Se entrena dos horas todos los días. Entre sus compañeros despierta mucha admiración y ninguna envidia. Cuando García terminó de firmar autógrafos, los compañeros de Eduardo, entre risas, le rodearon en el pasillo. '¡Un autógrafo, dame un autógrafo!', exclamaba su amigo Johnny, de 13 años. Martillejo, para seguir con la broma, le contestó haciéndose el interesante: 'Después, después'.

Tras la charla, los niños participaron en una competición, pero no precisamente de atletismo. Durante 10 minutos, apoyados en el suelo o en sus piernas, sin esperar a que les entregaran unas tablas para facilitarles el trabajo, cada uno hizo a bolígrafo un dibujo relacionado con el deporte. Los autores de los 10 mejores dibujos podrán asistir, junto a los ganadores de los demás colegios, a una jornada organizada por atletas profesionales en el estadio de La Peineta días antes de la Copa del Mundo.

Uno de los dibujos debió de dejar a Alberto García algo frustrado: después de más de media hora hablando de deporte, un niño pintó a un dinosaurio comiéndose a un hombre.

Un distrito deportista

Ver balones de fútbol sobrevolando las calles de Puente de Vallecas es lo más habitual. El barrio tiene su propio equipo de fútbol, el Rayo Vallecano. Pero esta zona de la ciudad no se queda sólo con el deporte más seguido por los aficionados. Sus habitantes también se vuelcan con especialidades más minoritarias. Vallecas tiene una escuela de gimnasia rítmica, muchos aficionados al automovilismo, un club ciclista y otro de salvamento y socorrismo acuático. Vallecas, además, celebra todos los años la San Silvestre, una carrera que ya ha cumplido más de 30 ediciones. El plusmarquista español Alberto García participa en esta prueba que recorre, todos los 31 de diciembre, las calles del lugar donde creció. Por la San Silvestre también han pasado conocidos deportistas como Martín Fiz, Abel Antón y Reyes Estévez. Hace sólo un año, García volvió a entrenarse a Vallecas, donde aún viven sus padres. Lo hacía de noche, para adaptarse al horario de Edmonton (Canadá), donde compitió en los Campeonatos del Mundo. Esa vez su barrio de toda la vida no le dio suerte. Quedó quinto en los 5.000 metros. Por Vallecas también corren atletas anónimos, amantes del deporte que sólo compiten por afición. Precisamente el colegio Tajamar, que recibió ayer la visita de García, acoge todos los años una competición, que el pasado febrero celebró su 37 edición. Los atletas recorren distancias que van desde los 1.000 metros de los benjamines hasta los 4.000 de los cadetes. Aunque el centro es masculino, también pueden participar niñas. El recorrido es en tierra, con algunas subidas y bajadas. Seiscientos deportistas participaron en la última carrera. ¿Habrá entre ellos un nuevo Alberto García?

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