Las bolsas entran en crisis

La crisis latinoamericana y la de las telecomunicaciones europeas, agravadas por la incertidumbre en Estados Unidos, han arrastrado a las bolsas hasta los niveles más bajos desde septiembre. El Ibex 35 pierde en esta semana el 4,71% y acumula un descenso del 10,34% desde finales de mayo.

Los inversores se han encontrado en los últimos días con problemas de todos los colores, lo que explica su desconcierto y la venta casi indiscriminada de acciones. El Ibex 35 ha caído en esta semana el 4,71%, y el índice general de la Bolsa de Madrid, el 4%, pero lo peor es que han acumulado descensos del 10,34% y del 8,60% en las dos últimas, es decir, desde finales de mayo.

La crisis en el sector de las telecomunicaciones, en el que se han producido las primeras suspensiones de pagos por la imposibilidad de hacer frente a las millonarias deudas del sector, fue uno de los detonantes de esta caída de las bolsas, pero no el único.

La extensión a Brasil de lo que ya parece una crisis regional ha sido otro de los elementos que han llevado a los inversores a abandonar sus acciones sin pensárselo dos veces, sobre todo en lo referente a Telefónica, una empresa, que curiosamente, estaba en todos los guisos.

Aunque no es de las empresas más endeudadas del sector, la suma de problemas ha llevado a su cotización a perder los nueve euros en algunos momentos de la jornada del pasado viernes, lo que suponía acumular una pérdida de más del 40% en este ejercicio. Al final, el dinero acudió al reclamo de un precio comparativamente atractivo y la sesión se saldó con un descenso del 1,51% en el día, hasta los 9,16 euros, y del 7% en la semana.

Si la crisis de las telecomunicaciones ha pasado una generosa factura al mercado, los problemas en Latinoamérica también han tenido un peso respetable en los recortes. Los dos grandes bancos españoles y Repsol YPF apenas pudieron hacer frente a la avalancha vendedora de las últimas sesiones de esta semana, debido al temor de los inversores a que las consecuencias de la crisis argentina se multipliquen por dos.

Por si fuera poco, la Bolsa estadounidense muestra un grado extremo de desconfianza por parte de los inversores, debido, sobre todo, a los numerosos escándalos que se están conociendo en la gestión empresarial.

El pasado viernes se conocía el índice de confianza de los consumidores para el mes de mayo de la Universidad de Michigan, con un descenso de más de seis puntos, que hizo saltar todas las alarmas. Algunos analistas afirmaban que ése era el índice de confianza 'de los ciudadanos' ante la situación en general, ya que la cuestión del consumo no parece relevante en estos momentos.

El problema que tienen planteado los inversores para las próximas sesiones es, sobre todo, el de su capacidad de recuperación ante una situación que se les ha ido de las manos.