Los presuntos asesinos de Buesa niegan su participación en el crimen

Los etarras Asier Carrera y Luis Mariñelarena, presuntos asesinos del portavoz socialista en el Parlamento vasco, Fernando Buesa, reconocieron ayer que son miembros de la organización terrorista pero negaron haber participado en el crimen. Carrera y Mariñelarena, integrantes, junto con Diego Ugarte, del comando Ituren, están acusados de haber asesinado a Buesa el 22 de febrero de 2000 en Vitoria (Alava), siguiendo instrucciones del dirigente de ETA Javier García Gaztelu, Txapote. Los terroristas colocaron una furgoneta cargada de explosivos en la confluencia de las calles Aguirre Miramón y Nieves Cano, de Vitoria, que Carrera hizo explotar al paso del político socialista y su escolta, el ertzaina Jorge Díez Elorza, causándoles la muerte inmediata. El fiscal pide para Carrera y Mariñelarena penas que suman 103 años de prisión para cada uno.

Ayer, en el juicio, Asier Carrera afirmó que era un honor pertenecer ETA y señaló que Buesa era un objetivo de la organización 'no por ser del PSOE, sino como responsable del conflicto que existe en Euskal Herria'. Acto seguido provocó su expulsión de la sala al gritar: 'Gora Euskadi ta Askatasuna' (Viva ETA) después de asegurar que el tribunal no tenía legitimidad para juzgarle.

Luis Mariñelarena, que lucía una camiseta de Segi, la organización juvenil responsable de la mayoría de los actos de violencia callejera y cuyas actividades han sido declaradas ilegales por el juez Garzón a principios de este año, mantuvo una actitud similar a la de su compañero de banquillo.

Tono retador

En tono retador dijo que pertenecía a 'la organización armada ETA como muchas otras personas de Euskal Herria'. Cuando se lanzó a un mitin político sobre la dispersión de los presos de ETA, el presidente del tribunal, Alfonso Guevara, le retiró la palabra y cuando golpeó el cristal de la sala blindada, como su compañero, fue expulsado y el juicio continuó sin su presencia.

La viuda de Fernando Buesa, que estuvo presente entre el público, se había negado, en un fax remitido al tribunal, a comparecer como testigo por considerarse víctima. La viuda de Buesa estuvo arropada por varios dirigentes socialistas vascos como el secretario general, Patxi López, la europarlamentaria Rosa Díez, el senador Javier Rojo y Carlos Totorica, alcalde de Ermua.

Carlos Buesa, hijo del político asesinado, criticó al Gobierno vasco por haber reducido drásticamente la escolta de su padre. Así, afirmó que antes de la tregua de ETA, su padre tenía coche oficial, contravigilancia y la escolta era más numerosa. Durante la tregua le retiraron el servicio y después, le pusieron un escolta que hacía seguimientos a pie.

También compareció uno de los policías que interrogaron a Carrera tras su detención. El agente aseguró que Carrera le confirmó que Txapote les había ordenado que durante la tregua continuaran con las vigilancias de Buesa, del presidente de Unidad Alavesa, José Luis Añúa, y del presidente de la Diputación de Álava, Ramón Rabanera. Y que al concluir la tregua intentaron matar a Rabanera una vez y a Buesa en varias ocasiones. El juicio se reanuda hoy.

Por otro lado, la Audiencia Nacional condenó ayer a 22 años de prisión a Carmen Guisasola, por su participación en un atentado contra el cuartel de la Guardia Civil en Algorta (Vizcaya), el 13 de noviembre de 1986, cuando la terrorista era integrante del comando Vizcaya.