Un triunfo con argumento
Barcelona, plató de la serie que protagoniza un popular grupo juvenil británico de adolescentesBarcelona, plató de la serie que protagoniza un popular grupo juvenil británico de adolescentes
Se llaman Jo, Bradley, Tina, Rachel, Hannah, Jon y Paul, y son, para los quinceañeros británicos, algo así como Bustamante, Bisbal, Rosa, Chenoa y demás para los de aquí. La diferencia entre unos y otros es que los súbditos de Isabel II cantan bajo el nombre artístico de S Club 7 y además protagonizan una serie televisiva de gran éxito, no sólo en su país -donde literalmente arrasa en la BBC-, sino también, entre otros, en Estados Unidos. Hasta ahora, los siete chavales -un producto de 19 Management, creadora, por ejemplo, del formato Pop idol, en el que está inspirado OT- han grabado tres entregas de la serie, una en Miami y dos en Los Ángeles, y estos días ruedan la cuarta en Barcelona.
Llevan en la ciudad catalana -que los productores han elegido por su buen tiempo, las variadas localizaciones, la posibilidad de contar con técnicos competentes y el bajo coste- desde hace algo más de un mes y todavía les queda otro tanto para concluir los 13 capítulos cuya acción se sitúa en ella, y que va a titularse S Club in Barcelona. ¿Que dónde ha ido a parar el 7 del nombre? Pues ha desaparecido porque el séptimo componente, Paul Cattermole, ha abandonado el conjunto para seguir una carrera musical en solitario, y lo ha hecho justo en uno de los primeros episodios rodados en Barcelona, porque otra característica de la serie es que los protagonistas se interpretan a sí mismos. Bueno, más o menos, puntualiza la menuda Hannah Spearritt, de 21 años, de quien se rumorea que es la novia de Paul. 'Los guionistas han tomado nuestros rasgos de carácter más fuertes, y los han exagerado convirtiendo a los personajes que encarnamos en algo así como seres de una serie de dibujos animados', explica la payasa de la pandilla.
Los miembros del S Club ruedan hasta 12 horas diarias, pero parece que el trabajo no les hace mella. Con corrección británica, como mandan los tópicos, aseguran estos jóvenes que les encanta el clima, la gente, estar cerca de casa, pero sobre todo les gusta pasar inadvertidos. En Gran Bretaña no pueden pasear sin tropezar con sus fans, mientras que aquí -salvo en la Rambla, donde los reconocen- campan a sus anchas.
No es de extrañar que se sientan cómodos. Viven en unos confortables apartamentos con ventanales que se asoman a la Sagrada Familia y trabajan en uno de los lugares privilegiados de la ciudad. En un decadente chalé, colgado en una ladera de la montaña de Montjuïc, con hermosas vistas sobre Barcelona, y que, en la ficción, representa su casa. Allí rodaban el jueves varias escenas de la serie, que tenían un mismo hilo argumental: Tina ha perdido su anillo de la suerte en viernes y 13 -un día de mal fario para los anglosajones-, y Hannah, extremadamente supersticiosa, anda enredando para convencer a todo el mundo de que lo busque, porque si no aparece está segura de que traerá mal agüero a la banda.
Sobre Tina Barrett, de 25 años, la mandona de la cuadrilla, recae este día el peso del capítulo, y aprovecha cualquier receso para repasar su papel. 'Es verdaderamente fatigante', suspira por los rincones. Mientras, Rachel Stevens, de 24 años, emplea los tiempos muertos tomando el sol en la terraza. Rachel, considerada por los lectores de la revista de música y moda británica FHM la mujer más sexy de su país y la segunda del mundo, después de Anna Kournikova, le quita hierro a la etiqueta: 'Es un piropo impresionante, aunque no le doy demasiada importancia'. Bradley McIntosh, de 20 años, el ligón de S Club, prefiere esperar tumbado en la litera de la autocaravana a que lo llamen al set. 'Me gustan las chicas, qué le voy a hacer', reconoce este seductor, que dice sentirse músico -'la música está en mi corazón'- antes que actor. Los dos únicos esecluberos que no merodean por el rodaje, Jo O'Meara, de 23 años, y el benjamín, Jon Lee, de 20, no tenían papel, así que se fueron a dormir.
Al director, Jonathan Winfrey -que hojea a la mínima ocasión un mapa de Andalucía; se entiende, se acercan las vacaciones-, no da la impresión de costarle demasiado lidiar con el grupo. Ya dirigió la anterior entrega, en Los Ángeles, y los conoce bien. 'Son fantásticos', alaba a los muchachos, y comenta que su falta de formación como actores les da 'más energía, más naturalidad y frescura' ante la cámara. También se deshace en elogios hacia el equipo técnico y de producción español, que coordina la empresa catalana Mediapro. 'No sólo son excelentes profesionales, sino también muy colaboradores', precisaba.
Los técnicos no son los únicos españoles que participan en S Club in Barcelona. También hay actores locales, como Alicia González, una de las fijas, que ayuda a los chicos en las tareas domésticas; Montse Mostaza, y Cristina Brondo. Lyall Silverstin, el novio inglés de la hija de Imanol Arias y Ana Duato en Cuéntame cómo pasó, que vive en Barcelona, es otro asiduo de la serie.
En España, los interesados en las peripecias de los S Club 7 pueden ver la serie en Nickelodeon (dial 18 de CSD y principales redes de cable). TVE ha adquirido la tercera entrega, situada en Los Ángeles, y la emitirá próximamente.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.