'Intentaré hacer una lista que contente a toda la organización'
Rafael Rubio, 42 años y funcionario en excedencia del Ayuntamiento de Valencia, ha sido elegido por la militancia candidato socialista en los comicios municipales de 2003. Rubio, que sustituye en el cargo a Ana Noguera, rompe con un esquema de bicefalia -liderazgo orgánico e institucional diferenciado- mantenido durante más de dos décadas.
Pregunta: ¿Cuáles son para usted los puntos más débiles de la gestión de Rita Barberá?
Respuesta: Más que los puntos débiles de la gestión de Rita Barberá, que se puede criticar desde varias ópticas, a mi me preocupa más aquello en lo que tenemos que basar nuestros mensajes. Lo que Rita Barberá ha hecho ya está ahí y esas cosas, en muchos casos, no se pueden cambiar. Frente a la política efectista de Barberá tenemos que contraponer una política basada en el bienestar social, pero no entendida como caridad.
'Debemos obtener un buen resultado para dar esa impronta que queremos para Valencia'
P. ¿Cómo concibe el principio de subsidiaridad?
R. Ese concepto debe evidenciarse en el llamado Pacto Local. Hay cosas claras en las que habría que aplicar el criterio de subsidiaridad: en las políticas de bienestar social, en la transferencia de la educación primaria, la constitución de la justicia municipal y la seguridad ciudadana. Eso sería llevar el principio de subsidiaridad a la práctica. Tampoco hay que olvidar que las grandes ciudades necesitamos fuentes de financiación.
P. ¿Qué opina de la segunda descentralización del PP?
R. Ni Barberá se la cree. Ellos hablan de una segunda descentralización para vaciar de contenido a las autonomías y, aparte de eso, no tienen voluntad de avanzar.
P. ¿Piensa que las diputaciones tienen que desaparecer?
R. Hay que reflexionar para qué sirven. A título personal pienso que no sirven para mucho. El partido socialista ha asignado un papel a las diputaciones, pero en un Estado casi federal no tiene sentido mantener una administración intermedia.El problema para suprimirlas es que se necesitaría alguna pequeña modificación constitucional.
P. Elche es el referente municipal del PSPV ¿Valencia está minusvalorada en su partido?
R. Valencia no está minusvalorada, pero perdimos el Ayuntamiento en 1991 y desde 1995 Elche ha pasado a ser un referente de los socialistas valencianos. El problema es que debemos obtener un buen resultado para dar esa impronta que nosotros queremos para Valencia, que debería tener una posición de vanguardia de la Comunidad.
P. ¿Qué le aporta usted al ciudadano como candidato del PSPV?
R. La gente lo que más castiga en los partidos es la división interna. Si la organización aparece cohesionada y somos capaces de presentar un proyecto atractivo a los electores hemos avanzado mucho. No es una cuestión de caras.
P. Al acabar con el modelo de bicefalia en Valencia, usted concentra poder pero aumenta el riesgo.
R. La política es una situación de paso, pero en el caso de la bicefalia hay dos periodos. Uno hasta que se gobierna la Generalitat en 1995. Desde allí se optó por mantener personas distintas al frente de la organización y de la institución. Ahora no tenemos poder institucional, pero se ha optado por ligar la figura de candidato a la de secretario general y eso es lo más óptimo desde mi punto de vista. Antes vivíamos una ficción y ahora hemos adaptado el partido a la realidad y eso se valorará con el resultado de las elecciones.
P. ¿La concentración de poder le permitirá hacer su propia candidatura sin condicionantes orgánicos?
R. Cuando haya que abordar la elaboración de la candidatura habrá que pensar cómo está la situación interna del partido. Confío en ganar, pero luego está la realidad del partido que debe continuar como organización. Intentaré hacer una lista que podrá contentar a toda la organización. Intentaré hacer una lista que sea lo más competente posible para llevar a buen término el trabajo, pero hay que pensar que uno puede gobernar o no gobernar.
P. Hay quién piensa que el vicesecretario general del PSPV, José Luis Ábalos, le ha dejado el poder en usufructo.
R. Ábalos, con quien comparto amistad y proyecto desde hace años, es vicesecretario y portavoz del PSPV y creo que puede desempeñar un papel municipal más activo. Yo no tengo usufructo de nadie. Yo estoy aquí por los compañeros y el día que me retiren la confianza me dedicaré a otras cuestiones.
