El arquitecto de sueños

Cuesta creer que un hombre austero, retraído, apocado y enfermizo como Antoni Gaudí (Reus, 1852-Barcelona, 1926) tuviera el arrojo de revolucionar la arquitectura e idear formas que sólo la naturaleza había podido moldear hasta entonces. Pero así fue. Este arquitecto de sueños convivió con la contradicción de ser un conservador en lo personal y un subversivo en el campo del arte. El documental Las sombras de Gaudí evidencia esta paradoja del carácter del genio y revisa su vida y su obra, revelando aspectos poco conocidos de su biografía -incluso de su fisiología- y de su proceso de creación. El documental, que se estrenó el pasado jueves en el parque Güell, de Barcelona, dentro de los actos del Año Gaudí, será emitido por Canal + el 25 de junio -coincidiendo con el 150º aniversario del nacimiento del arquitecto- y por TV-3 el 30.

El documental mezcla imágenes históricas con testimonios de expertos y ficción

El filme no rehúye ni las incógnitas ni las polémicas que han rodeado al artista

Las sombras de Gaudí es una producción ambiciosa, de 52 minutos de duración, con una factura muy cuidada -no se han escatimado las más espectaculares técnicas cinematográficas: tomas aéreas, uso de grúas, imágenes rodadas mediante el recurso del travelín...-, que combina documentos fílmicos de archivo con testimonios de especialistas sobre el arquitecto o el momento histórico que le tocó vivir. Con todo, lo más novedoso del documental radica en la introducción de escenas dramatizadas por actores, que representan a Gaudí en sus distintas etapas vitales y a personas de su entorno, relatadas siempre por una voz en off, y hasta recreaciones de los diseños gaudinianos en tres dimensiones.

Entre los expertos consultados por el equipo del documental, dirigido por Toni Hernández, están los arquitectos Joan Bassegoda y Juan José Lahuerta, y los escritores Manuel Vázquez Montalbán y Josep Maria Carandell, que prepara una gran obra sobre Gaudí. También habla Carmen Güell, descendiente del mecenas Eusebio Güell, para quien el artista construyó en Barcelona el Palau Güell, el parque Güell -promovido como una urbanización de lujosas viviendas, proyecto que fracasó porque la burguesía no se decidió a invertir en él- y el complejo industrial Colonia Güell, en Santa Coloma de Cervelló, que conserva una de las joyas del catálogo gaudiniano: la bellísima cripta, donde el creador derrochó imaginación.

Las sombras de Gaudí no rehúye ni las incógnitas ni las polémicas que han rodeado al artista. Por ejemplo, su supuesta simpatía hacia la masonería, sociedad a la que pertenecían los hermanos Fontserè, arquitectos para los que Gaudí trabajó de aprendiz, o su mística religiosidad -al final de sus días llegó a instalar su vivienda en la Sagrada Familia-, según algunos fruto de su amistad con Eusebio Güell. El documental contrapone la opinión de los expertos a propósito de asuntos como éstos. Así, mientras Bassegoda asegura que la vinculación de Gaudí con los masones es 'una insidia' de los que se oponen a la beatificación del arquitecto, Carandell la da por segura. Otra de las leyendas que envuelven al arquitecto es su presunta castidad, que los estudiosos atribuyen a un desengaño amoroso. Después de ser rechazado por la maestra Pepeta Moreu, Gaudí se entregó a su trabajo 'y nunca tuvo necesidad de desarrollar el eros', sostiene el narrador del documental.

Las sombras de Gaudí es obra de La Productora -de la que partió la idea-, People & Arts (Canal Discovery), Produce + y TV-3. Raimond Masllorens, de La Productora, destaca de la gestación del filme la investigación que ha requerido. No sólo por lo que hace a la documentación histórica, sino sobre todo en cuanto al formato, que mezcla ficción -la escena sugerida de la muerte de Gaudí, atropellado por un tranvía, es de las más conseguidas-, entrevistas e imágenes históricas.