La UE prorroga el régimen de ayuda al carbón hasta el año 2010

Los ministros de Energía de la Unión Europea acordaron ayer mantener hasta 2010 el régimen de ayudas públicas a la producción del carbón, aunque se irán reduciendo progresivamente. Los apoyos a la reducción de la actividad de las explotaciones mineras que no puedan justificar la producción de carbón con el objetivo de garantizar un suministro energético expirarán en 2007. Este régimen de subvenciones es esencial para suavizar las consecuencias sociales derivadas de la reestructuración del sector en países como Alemania o España.

La inminente expiración del Tratado del Carbón y del Acero (CECA) y del régimen actual que permite la concesión de ayudas a la industria minera obligaba a tomar una decisión urgente que evitara dejar al sector frente a un importante vacío legal. Después de estudiar las tres posibles salidas, los ministros de Energía llegaron ayer a un acuerdo en Luxemburgo que garantizará 'el mantenimiento de ciertas capacidades de producción minera' durante los próximos ocho años. Para ello se acordó que a partir del próximo 23 de julio entrará en vigor un nuevo régimen de ayudas orientado a financiar la reestructuración del sector y a reducir la actividad de la industria hullera europea.

Reducción progresiva

Las ayudas se irán reduciendo progresivamente hasta que en 2010 queden reducidas a las destinadas a las reservas estratégicas. Las subvenciones previstas para la reducción de la actividad de la industria expirarán tres años antes, a más tardar para finales de 2007. Estos apoyos nunca podrán ser utilizados para reducir el precio del carbón o para distorsionar la competencia en el mercado energético frente a otras fuentes. Se ha previsto además una revisión del régimen para verificar la situación del sector en 2008.

Alemania, España, Francia y Reino Unido son hoy día los únicos países europeos productores de carbón. Las ayudas otorgadas a esta industria superaron el año pasado los 6.300 millones de euros, de los que dos tercios se destinaron a las minas alemanas. Los británicos ya no dan subvenciones a su industria y los franceses tienen la intención de cerrar sus minas en 2005. De esta actividad dependen además 88.000 empleos, de los que el 18% corresponden a las minas españolas. Pero los países no productores plantearon hasta ayer serios problemas a la continuidad de las ayudas a esta industria porque consideran que no es competitiva y que además es altamente contaminante.

Superados los últimos obstáculos y con el acuerdo en la mano, el secretario de Estado de Economía y presidente de turno en la UE, José Folgado, declaró ayer en Luxemburgo que la adopción del reglamento 'da tranquilidad y estabilidad' al sector minero español. 'En España teníamos un excelente plan acordado con los sindicatos y empresarios, y lo que queríamos era que esta incertidumbre entorno a la fecha de caducidad de la CECA tuviera la continuidad necesaria', explicó.