Un asunto de familia

'Nunca te olvidas de que es tu amigo. Pero en la pista intentas ganarle'. Àlex Corretja hizo esta declaración de intenciones, justo después de perder su partido de semifinales de Roland Garros ante uno de sus mejores amigos, Albert Costa. Enfrentarse fue difícil para los dos. Estuvieron juntos prácticamente toda la mañana del viernes, puesto que comparten preparador físico, Toni Estalella, y pelotearon en la pista central al mismo tiempo pero con distintos rivales. Era muy difícil que, a pesar de tener objetivos radicalmente opuestos esta vez, pudieran alejar tantas vivencias.

Costa y Corretja tienen el mismo representante, Iván Corretja, y tienen sus casas ubicadas en la misma urbanización en Sant Cugat del Vallés. Cuando Àlex se casó el pasado mes de diciembre, Costa fue su padrino de boda. Cuando hace aproximadamente un año nacieron las dos hijas gemelas de Albert, Corretja fue padrino de una de ellas. Y, finalmente, cuando el próximo día 14 de este mes Costa y su compañera Cristina se casen en Cambrils, Àlex será testigo. Demasiadas cosas. Y en un momento u otro debían ir saliendo en la pista.

El partido tuvo tres momentos claves. Costa ganó la primera manga, pero luego, en la segunda, afrontó cuatro bolas de 4-2 que Corretja no logró concretar. Costa ganó el set y pasó a dominar por dos mangas a cero. Entonces, llegó el turno de Àlex, que salvó tres bolas de 4-1 para Costa y, cuando ya casi se le enterraba, consiguió ganar la manga y forzar la cuarta.

Hasta aquellos momentos sólo se habían escuchado algunos gritos de ánimo a Álex. Pero en la cuarta, cuando Corretja parecía iniciar una nueva remontada -perdía por 4-1- se oyeron los primeros apoyos para Costa, procedentes de su familia. En todo caso, tanto dentro como fuera de la pista se guardaron siempre las formas.

Costa ganó la última manga por 6-4, después de salvar un 0-40 que habría podido permitir a Corretja entrar de nuevo en el partido. En el último punto, Costa corrió hacia una bola y se cayó de forma espectacular al suelo. Afortunadamente, la bola salió fuera y ganó el punto. 'Jugar contra Àlex es siempre especial y más en París y en unas semifinales. Es el momento más importante de mi carrera, pero queda un partido y estaré ahí para intentar ganarlo'.