¿Qué reglas para la prensa?
Varios juristas abogan por regular los medios de comunicación a través de entes independientes
Dar respuesta a los problemas que plantean los nuevos medios de comunicación. Este es el objetivo del libro Democracia y medios de comunicación, elaborado por un equipo de juristas y que fue presentado y debatido el pasado jueves en el Colegio de Periodistas de Cataluña.
El riesgo de que una concentración excesiva derive en la erosión del pluralismo y la necesidad, para impedirlo, de crear entes independientes de regulación -y no gubernamentales, como en España- constituyen dos ejes del libro. Éste sugiere soluciones a problemas en los que la ley actual no sirve por estar desfasada, según su coordinador, Joaquín Tornos.
Ante el vacío legal generado por la incesante creación de medios, sobre todo audiovisuales, y en convergencia con los desarrollos de las telecomunicaciones, las vías que los juristas proponen que se sigan están claras: la regulación, que no debe efectuarla la Administración, 'condicionada política y económicamente', sino un ente independiente autorregulador; o la autorregulación.
El libro constata la evolución favorable seguida por los medios desde el monopolio de los primeros años de la democracia hasta la pluralidad actual. 'Sin embargo, surge una duda: gracias a la revolución tecnológica, hay más medios y por tanto más información, pero ¿significa eso que hay una información más plural?', se preguntó Tornos.
Jordi Conde, coautor y ex secretario del Consejo Audiovisual de Cataluña (CAC), subrayó que hay más operadores que antes, pero también que la oferta es en muchos casos limitada. Con las nuevas tecnologías, añadió, 'se abre la posibilidad de diversificar contenidos'. Para afianzarla, los autores propugnan crear entes como el CAC.
El director adjunto de EL PAÍS Xavier Vidal-Folch, que presentó el trabajo, suscribió esa tesis, aunque defendió que los peligros para el pluralismo pueden derivar no sólo de una concentración sin cauce, sino también de la penuria empresarial y de la colusión de intereses entre gobiernos y grupos industriales, como revela el caso Berlusconi.
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