Piqué dice que el Vaticano 'comparte la preocupación' por la pastoral

El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, aseguró ayer que la Santa Sede 'comparte la preocupación' del Gobierno español sobre la pastoral 'claramente inadecuada' de los obispos vascos y se mostró convencido de que el Vaticano daría una respuesta 'en las próximas horas'. Por su parte, el vicepresidente Mariano Rajoy dijo que el Gobierno daría la bienvenida a 'una nota clara y contundente' de la Conferencia Episcopal.

'Tanto el nuncio del Vaticano como la propia Santa Sede', dijo Piqué en el Congreso, han tenido reacciones de gran comprensión respecto a lo que planteaba el Gobierno español y también de compartir la preocupación respecto a lo que puede ser una pastoral claramente inadecuada desde el punto de vista de las consideraciones políticas que hace, pero también desde el punto de vista de algunas [consideraciones] morales'.

Aunque aseguró que 'hay que dejar que el Vaticano haga lo que considere oportuno', se mostró convencido de tener 'una respuesta oficial en las próximas horas o días'. Por la tarde, en Berlín, Piqué anunció que esta tarde recibirá al nuncio en España, Manuel Monteiro, a quien llamó a consultas el pasado viernes. También el embajador español ante la Santa Sede, Carlos Abella, fue recibido el sábado por el número dos de la Secretaría de Estado vaticana, monseñor Leonardo Sandri, y por el subsecretario para las Relaciones con los Estados, Celestino Migliore.

Por su parte, el vicepresidente primero y ministro del Interior, Mariano Rajoy, aseguró en Barcelona, donde se entrevistó con el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, que el Gobierno 'se siente acompañado por una mayoría de ciudadanos' en la política antiterrorista y, aunque le gustaría tener más apoyos, eso no depende de él. 'Si la Conferencia Episcopal hace una nota clara y contundente, bienvenida sea', afirmó.

El obispo de San Sebastián, Juan María Uriarte, uno de los firmantes de la polémica pastoral, deberá explicar su contenido al Comité Ejecutivo de la Conferencia Episcopal, informa Servimedia. Uriarte es uno de los siete miembros de este órgano, formado por el presidente, el vicepresidente y el secretario general de la conferencia; así como por los arzobispos de Barcelona y Zaragoza y los obispos de Málaga y San Sebastián.

El Comité Ejecutivo estudiará también la posibilidad de incluir este asunto en el orden del día de la reunión de la Comisión Permanente prevista para la semana del 17 al 21 de este mes. El arzobispo castrense, José Manuel Estepa, pidió el lunes una reunión urgente de la Comisión Permanente, formada por 21 prelados, para 'elaborar un comunicado más clarificador' que el difundido el viernes, que se desvinculaba de la pastoral de los obispos vascos.

Éstos recibieron ayer el apoyo del portavoz del Gobierno vasco, Josu Jon Imaz, quien criticó la 'actitud absolutamente intolerante' del presidente José María Aznar hacia las ideas ajenas, informa Alberto Uriona. 'No sé hasta dónde van a llegar', se preguntó Imaz en la rueda de prensa posterior a la reunión del Gobierno vasco, celebrada en Gernika.

'Se puede pensar que el único paso que les falta es el que dieron sus antecesores de poner una avioneta para [Antonio] Añoveros en Sondika', agregó, aludiendo al intento de expulsión del obispo de Bilbao por parte de Franco después de que éste defendiese en 1974 en una homilía el derecho del pueblo vasco a su identidad.

Imaz censuró a Aznar y al PP por 'no admitir el contraste de ideas' y afirmó que Euskadi necesita 'un poco más de tolerancia y respeto a las ideas ajenas y menos pensamiento único'.

Según el portavoz del Ejecutivo vasco, las opiniones expresadas por los obispos 'coinciden con las de la mayoría de la sociedad vasca, el Parlamento vasco y la amplia mayoría de partidos'.

Más contundente aún se mostró el portavoz del PNV en el Congreso, Iñaki Anasagasti, quien calificó de 'linchamiento' la descalificación de los obispos. 'El tipo de obispo que le gusta a Aznar es el castrense, militarizado, con una idea de España una, grande y libre y quien discrepa tiene que ser llamado al orden', agregó. Para Anasagasti, el Gobierno ha llegado al 'colmo del esperpento político' al acusar de 'inmorales' a los prelados.

Subrayó que los obispos de Bilbao, Vitoria y San Sebastián son personas muy distintas, como prueba el hecho de que monseñor Uriarte fuese 'hombre de confianza' del anterior ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, durante la tregua de ETA.