El fútbol repudia el teatro de Rivaldo

El mundo del fútbol ha rechazado frontalmente la simulación de Rivaldo en el partido Brasil-Turquía. El jugador brasileño hizo creer al árbitro que había recibido un balonazo intencionado en la cabeza cuando, en realidad, recibió el impacto en una cadera. La acción supuso la expulsión del turco Unsal, que recibió la segunda tarjeta amarilla por esa acción, una sanción ratificada ayer por el Comité de Disciplina de la FIFA, que también castigó con un partido a su compañero Ozalan y al croata Zivkovic, expulsado ante México. El mismo comité estudió ayer las imágenes del incidente a la vista de la repercusión que han tenido. La FIFA, que antes del Mundial se declaró en lucha contra las simulaciones, tenía previsto tomar ayer mismo una decisión sobre el caso, pero prefirió aplazarla hasta hoy sin dar más explicaciones.

Beckenbauer: 'Esas faltas contra el espíritu deportivo deben ser castigadas'

El incidente ha provocado una tormenta en el Mundial. No sólo se trata de una simulación, sino que está protagonizada por uno de los futbolistas más populares del planeta. Un largo coro de críticas se alzó para reprocharle el engaño. Jugadores como Helguera o estrellas históricas como Franz Beckenbauer o el actual seleccionador alemán, Rudi Völler, se manifestaron en términos muy duros contra Rivaldo y el árbitro del partido, Kim Young-Joo. Beckenbauer fue drástico en sus manifestaciones al solicitar que la FIFA excluya del Mundial al colegiado, por su nefasta actuación, y sancione a Rivaldo por su triquiñuela: 'Lo que hizo son cosas que no queremos ver en un Mundial (...) Esas faltas contra el espíritu deportivo deben ser castigadas'. Völler fue escueto, pero rotundo: 'Un gran jugador no debería seguir ese camino'.

A Helguera tampoco le gustó nada la actitud farisea y antideportiva de Rivaldo. 'No me gustó para nada lo que hizo Rivaldo. Si estuviera en mi mano, si fuera yo quien debiera decidir, le sancionaría'. 'Para mí no tiene perdón', agregó el jugador del Madrid, que también se mostró muy crítico con el árbitro, Kim Young-Joo, un surcoreano de 44 años con un negocio de mercadotecnia deportiva. Helguera dejó caer que el colegiado fue impresionado por los brasileños tanto en el penalti como en la expulsión inventada por Rivaldo, que dejó con tan sólo nueve jugadores a Turquía y provocó ayer que la delegación de ese país le acusara 'de matar a 70 millones de turcos'.

Kim Young-Joo se defendió del aluvión de criticas que ha desatado su actuación con un argumento humilde: 'Lo hice lo mejor que pude'. Sin embargo, se ratificó en la decisión de expulsar a Unsal en la polémica acción de Rivaldo. 'Saber si Rivaldo hasimulado una lesión no es una cuestión pertinente', afirmó el árbitro, que debutaba en un Mundial.

La oleada de criticas dejó casi solo a Rivaldo. Únicamente su seleccionador, Luiz Felipe Scolari, le protegió con una argumentación de ocasión. 'Fue un gesto instintivo de defensa. Rivaldo se llevó las manos al rostro para defenderse', dijo. Olvidaba el técnico brasileño que, después de golpearle el balón en la cadera, Rivaldo siguió fingiendo en el suelo que la pelota le había dado en la cara.

Por su parte, Luis Enrique, compañero azulgrana del brasileño, dijo no haber visto la jugada y cuando se le explicó, se remitió a las propias palabras del brasileño al término del partido, cuando reconoció su teatralidad. 'Admiro a Rivaldo y no tengo nada que decir. Es un gran profesional'. Ante la insistencia de los periodistas, el asturiano se ratificó: 'Yo jamás criticaré a Rivaldo, con el que tengo muchos lazos. Muchas veces los futbolistas cometemos errores, pero no quiero entrar a valorar lo sucedido'.

Su compañero de selección Roberto Carlos fue su tercer punto de apoyo en la polémica. El defensa del Madrid estimó que la acción de Rivaldo 'fue un poco rara' porque 'el partido ya estaba resuelto', aunque inmediatamente justificó a su compañero, ya que 'en la última jugada Turquía podía empatar'. Es decir, el partido había concluido para Brasil, pero no para Turquía. Roberto Carlos fue más lejos y señaló que él habría hecho 'lo mismo'. 'No dudo de la profesionalidad de Rivaldo, digan lo que digan por ahí. Ha sido la actitud de un jugador inteligente', añadió tras la visita efectuada a la Casa de España en Ulsan junto a sus compañeros Juninho, Denilson y el propio Rivaldo.

La reacción turca se movió entre la ironía y la contundencia. El seleccionador de ese país, Senol Gunes, aseguró que el jugador brasileño 'es un gran actor'. Más rotundo fue el presidente de la federación, Haluk Ulusoy, que reprobó la acción de Unsal por lanzar el balón contra Rivaldo, -'no la apruebo ni la justifico', dijo-. 'Pero Rivaldo', concluyó, 'se llevó las manos a la cabeza y cayó fulminado como si estuviera sufriendo una hemorragia cerebral pese a que el balón le había golpeado en las piernas'.