El salario medio de las andaluzas es un 31,7% inferior al de los hombres
En todos los sectores de actividad y en todas las categorías profesionales, las mujeres andaluzas cobran menos que los hombres: concretamente, un 31,7% menos. Así lo hizo saber Teresa Jiménez, directora del Instituto Andaluz de la Mujer, que presentó ayer en Córdoba las segundas Jornadas sobre Discriminación Salarial. 'No es sólo que sigan existiendo diferencias', advirtió Jiménez, 'es que se están incrementando'. Señaló que las cifras del paro femenino (26,8%) duplican las del masculino (14%); los últimos datos de la EPA indican que la tasa de empleo de las mujeres en Andalucía es del 28,1%, la más alta de los últimos 25 años, y sin embargo no llega a la mitad de su contrapartida masculina, que asciende al 56,8%.
Para la directora del IAM, el modelo laboral vigente está 'muy masculinizado', y consecuentemente infravalora y remunera débilmente las actividades que desarrollan las mujeres. Aunque las leyes españolas y comunitarias impiden la discriminación salarial directa y expresa por razones de sexo, no pueden combatir la indirecta, es decir, la que se vale de argucias como, por ejemplo, la distinta catalogación de puestos de trabajo equiparables, que es difícil de detectar, o bien los pluses, primas e incentivos.
Julio Ruiz, secretario general de Comisiones en Andalucía, aseguró que la reforma que acaba de aprobar el Gobierno central 'viene a agudizar la discriminación de género, al castigar sectores muy feminizados'. Ruiz afirmó que se expulsará al 60% de las mujeres del subsidio agrario y que muchos trabajadores fijos discontinuos, del sector agroalimentario y de la hostelería, quedarán sin cobertura porque sus contratos pasarán a considerarse a tiempo parcial y perderán el derecho a la protección por desempleo.
Manuel Pastrana, secretario general de UGT en Andalucía, se mostró poco optimista sobre las posibilidades de progresar en la igualdad salarial; a su juicio, 'el mercado laboral absolutamente liberalizado que pretende imponer el Gobierno frenará el avance de las mujeres, no sólo en los salarios, sino en general'.
