Baño de los suplentes
Camacho practicó con una misma alineación durante toda la semana, y ayer, bajo los dos arcos de luz del estadio futurista de Gwangju, el seleccionador volvió a disponer el mismo equipo en el último ensayo antes de enfrentarse a Eslovenia. El resultado del entrenamiento, sin embargo, sembró una cierta confusión: los presuntos suplentes prácticamente bailaron a los presuntos titulares. 'El campo está un poco seco', argumentó Tristán.
España se entrenó a su manera, en un clima confuso, entre ameno y nervioso, a veces hasta improvisado, mientras algunos técnicos ejercían de fotógrafos en la banda. 'Estamos ansiosos por jugar', opinó Tristán. 'Esperemos que esa ansiedad no nos pase factura'. Los suplentes, de momento, se mostraron más puestos que los titulares, que perdieron más veces el balón y la posición. Casillas; Puyol, Hierro, Nadal, Juanfran; Luis Enrique, Valerón, Baraja, De Pedro; Raúl y Tristán perdieron por 2-0 ante los suplentes. Camacho, sin embargo, no confirmó la alineación: 'No puedo decirlo'.
El entrenamiento estuvo marcado por un cierto ardor competitivo. Camacho comenzó la sesión muy animado y serio, en medio de los jugadores. El técnico dirigió uno de esos ejercicios que tanto recelo causan en los futbolistas y que consiste en una mezcla de balonmano, baloncesto y cabezazos, para calentar los músculos. Con anterioridad, en cualquier caso, ya había distribuido los petos que anticipaban a cada jugador su posible destino a la hora de la competición, y algunos reaccionaron con malas caras. De pronto, el seleccionador detuvo una jugada y exclamó: '¡Alguno me está tocando los cojones! ¡Hay que jugar un poquito más para el equipo! ¡No hay que quedarse dormido y hay que pasar el balón antes!'. Luego ordenó una sesión de series de velocidad y después llegó el partido y la eterna pugna de los entrenamientos. Y ganaron los posibles descartados por varios motivos: Helguera y Albelda, irritados ante su condición secundaria, defendieron con contundencia; Joaquín, Xavi, Sergio y Mendieta tuvieron más la pelota que Luis Enrique, Baraja, Valerón y De Pedro; y Luque estuvo especialmente diligente frente a Hierro, Casillas y Nadal. Dos pases del ariete suplente habilitaron a Mendieta y Morientes para que marcaran un gol cada uno. '¡Parecemos el Milan de Sacchi!', concluyó uno de los suplentes.
Visiblemente nervioso y contrariado, Camacho apuntó: 'No hubo dos equipos, uno con peto y otro sin. Es el mismo equipo. Además, había pocos espacios porque jugamos en medio campo. Y se hacía difícil tener el balón. Imagino que contra Eslovenia nos irá bien, y que los jugadores jugarán un fútbol para ganar'.
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