Primarias con fractura en Alicante

El secretario general del PSPV, Joan Ignasi Pla, tiene pocas probabilidades de salir indemne de la batalla de las primarias que se celebrarán mañana en la agrupación socialista de Alicante. Tras intentar convencer sin éxito al ex alcalde Ángel Luna como candidato de consenso y negarse a que Manuel de Barros, secretario de Educación de su ejecutiva, fuese candidato cuando la edil Carmen Sánchez Brufal ya había mostrado sus aspiraciones de ser candidata, Joan Ignasi Pla se enfrentará en Alicante a una situación orgánica complicada tras las primarias. Tanto si vence Sánchez Brufal, a la que ha respaldado, como si se alza con la victoria el concejal Blas Bernal, apoyado por la ejecutiva local, que lidera el senador Ángel Franco, los socialistas seguirán partidos en dos bloques irreconciliables.

La disputa por el censo de afiliados, 1.006 militantes, se matuvo hasta el último minuto

El clima de tensión que ha impregnado la campaña de las primarias ha sido un jarro de agua fría para el PSPV de Alicante, ciudad donde, a priori, los socialistas parten con mejores expectativas para desalojar al PP del gobierno municipal. Las guerras intestinas del PSPV han vuelto a ser el mejor bálsamo para los populares.

La semana de campaña se ha caracterizado más por los ataques personales entre sendas candidaturas que por las críticas a la gestión del PP. El grupo municipal, habitualmente en estado de letargo, ha entrado en una parálisis absoluta.

Ambos candidatos llegan a la jornada electoral convencidos de sus posibilidades de éxito, aunque de acuerdo a los avales recogidos, está más cerca Bernal, que logró un 10% más de firmas. En cualquier caso, la distancia entre ambos bloques será exigua. Una prueba de ello es que el censo definito de afiliados no se cerró hasta últimas horas de la tarde de ayer, debido a la reclamación de una veintena de militantes que habían sido excluidos. Cinco de ellos han sido incorporados. Por tanto, el domingo serán 1.006 los militantes con derecho a voto. La candidatura de Bernal sostiene que las reclamaciones las ha auspiciado el entorno de Sánchez Brufal, 'que nerviosos porque ven que pierden están dispuestos a reventarlo todo'. Sánchez Brufal rechaza la acusación: 'Los militantes han reclamado a título individual'.

Las descalificaciones entre ambos sectores han alcanzado niveles casi grotescos. La candidatura de Bernal puso el grito en el cielo por la difusión a través de Internet de una caricatura en la que aparecía vestido de obispo, al igual que Ángel Franco, y se veía detrás vestidos de cardenales a Zaplana y al presidente de la Cámara de Comercio, Antonio Fernández Valenzuela. Sánchez Brufal rechazó la autoría de la viñeta. Tampoco serán baladíes las repercusiones de las primarias dentro de la organización local, pese a que sendos candidatos insisten en despojar el proceso de connotaciones orgánicas. La victoria de Sánchez Brufal significa la derrota del secretario general, Franco. Y el supuesto contrario, obligará a la edil a refugiarse en el paraguas de Pla.

Carmen Sánchez Brufal, de 43 años y licenciada en Pedagogía, irrumpió en la vida pública en 1994 cuando obtuvo el acta de concejal. En los últimos años, se ha convertido en la guía del sector renovador de los socialistas de Alicante en contraposición al grupo de Franco que ha ejercido un control hegemónico en la ejecutiva local. En enero de 2000 Sánchez Brufal lanzó su primer envite y pugnó con Ángel Franco por la secretaría general. La edil perdió por 42 votos. Desde entonces las relaciones entre los dos son inexistentes. La edil se presenta como 'la candidata del cambio' y dice 'no sentir miedo' ante una hipotética derrota.

Franco no tardó en reaccionar y apostó por Bernal, de 44 años, funcionario en excedencia que obtuvo el acta de concejal en las elecciones de 1999. Bernal se presenta como 'la estabilidad'.