El poeta ovetense Ángel González presenta su última obra en Málaga

El poeta Ángel González, premio Príncipe de Asturias en 1985 y miembro de la Generación de los 50, participó ayer en el ciclo 'Máquina y poesía', organizado por el Centro Cultural de la Generación del 27 de Málaga, con la lectura de su último libro, Nada grave, del que ya se han vendido 11.000 ejemplares. Dueño de una poesía humanamente comprometida, teñida de fina ironía y humor, como reza en su biografía, González basa su obra en el lenguaje coloquial y camina junto al avance de la realidad. Nacido en 1925 en Oviedo, su vida y, por tanto, su creación, estuvo marcada por la sombra de la guerra civil y por la muerte prematura de su padre. La biblioteca de éste, su precioso legado, sirvió al escritor para sus primeras lecturas, un afán que poco después se transformarían en verso. 'En un principio yo estuve muy identificado con el social realismo aunque siempre escribí poemas sobre el paso del tiempo, el amor... Pero eran los años en el que el realismo estaba en auge y fue el aspecto de mi poesía que me definió. Luego fui enriqueciendo mi poesía expresivamente. Me he ido dirigiendo hacia actitudes más imaginativas, pero en la forma porque la temática siempre ha estado relacionada con la cotidianidad', contó Ángel González.

González considera que la poesía es conocimiento y que ésta se convierte en una manera específica de comprender la realidad. Los lectores del verso son menos pero para este escritor son mucho más constantes. 'El lector de poesía es también un creador. Ha de recrear lo que ve en el papel y eso requiere un esfuerzo y una participación más activa', dijo González. 'La función del poeta es la que tiene todo artista. Expresar el mundo, iluminarlo, ver la belleza desde un punto de vista particular que puede ser compartido', concluyó González.

El próximo número de la revista Litoral, estará dedicado a la obra de este poeta. 'Se titulará Tiempo inseguro y será un homenaje a él. Se incluirán dibujos, textos inéditos y poemas rescatados desde los años 40', afirma Lorenzo Saval, director de la publicación.