Un estanquero hiere a su socio de un tiro y luego se suicida
Los dos hombres habían discutido por la disolución de la empresa, según la policía
Dos tiros zanjaron ayer las diferencias de los propietarios de un estanco de la colonia Hogar del Taxista, en Puente de Vallecas. El dueño de la licencia, César Víctor Krahe Viniegra, de 42 años, se suicidó en el paseo de Camoens (Moncloa) tras dispararle un tiro en la cabeza a su socio, Gregorio B. P., de 42 años, y haber huido del establecimiento a toda velocidad en su coche, un Citroën Xantia con matrícula de Madrid. El herido se encontraba anoche ingresado con heridas de pronóstico muy grave, ya que la bala le afectó a la región parietal izquierda, según la policía.
Krahe y su socio, Gregorio B. P., conocido por Goyo en el barrio, abrieron el estanco, con número de expendeduría 222, en el número 12 de la calle del Puerto de Cotos hace 16 años, cuando se construyó la colonia Hogar del Taxista. El negocio también incluía la tienda de telefonía SPC, SL. Según fuentes policiales, los dos socios pretendían disolver la sociedad y fueron las diferencias en el reparto las que motivaron la sangrienta discusión. Krahe era el dueño de la licencia del estanco, mientras que el local era propiedad de Gregorio B. P.
Unos vecinos vieron a César salir del estanco sobre las 14.50. 'Estaba muy nervioso. Llevaba la pistola en la mano. Se encontró con otras personas en la entrada y les dijo que, como se pusieran en medio, les pegaba un tiro. Salió tan rápido que se le cayó el teléfono móvil al suelo y no volvió a recogerlo', recordaba María del Carmen Hernández, dueña de una panadería contigua. 'Últimamente no se llevaban muy bien y, según comentaron los clientes que iban a comprarles tabaco, eran frecuentes las discusiones en público', agregó.
A la panadera le sorprendió que el estanco estuviera abierto hasta las tres de la tarde: 'Mi marido se acercó a ver lo que pasaba y se encontró a Goyo tirado en la trastienda, en una especie de despacho que tienen, con la camisa manchada de sangre en la espalda. Le preguntó cómo se encontraba y él sólo movió la cabeza diciendo que sí. Junto a él estaba una dependienta, llorando', relató.
Durante la discusión, Krahe sacó una pistola del calibre 7,65 milímetros y abrió fuego contra su socio. La bala le entró a Gregorio junto a la oreja y quedó alojada en la región parietal izquierda.
Los facultativos de una UVI móvil del Samur-Protección Civil atendieron al herido y, tras estabilizarlo, lo trasladaron al hospital Gregorio Marañón, donde anoche seguía ingresado con pronóstico muy grave. Al lugar también se desplazaron agentes de la Brigada de Policía Científica y del Grupo V de Homicidios. Éstos difundieron por la emisora las características del coche en el que huyó Krahe (un Citroën Xantia turbodiesel, gris plateado, con matrícula de Madrid).
Dentro de un coche
La voz de alarma surgió a las 17.50, cuando un paseante vio a un hombre que aparentaba estar muerto dentro de un coche estacionado en el paseo de Camoens, dentro del parque del Oeste. La víctima había empuñado un arma de pequeñas dimensiones con la mano derecha y, tras ponerse el cañón en la sien, se había pegado un tiro. Al lugar acudieron los agentes de Homicidios, que, tras reconocer el cadáver, comprobaron que se trataba de Krahe. El cuerpo estaba apoyado junto a la ventanilla, según dijeron fuentes policiales.
El médico de una UVI móvil del Samur certificó la muerte. El tiro, que carecía de orificio de salida -al igual que la herida de su socio-, le había matado en el acto. Según la policía, la víctima utilizó la misma arma con la que disparó a Gregorio B. P. En ambos casos usó balas de la marca Geco, de fabricación checa.
El asiento y la alfombrilla del conductor se habían manchado de sangre. En la puerta permanecían intactos dos paquetes de cigarrillos Habanos y un paquete de pañuelos de papel abierto. Varias pastillas de antiácidos estaban colocadas en el salpicadero.
Krahe estaba soltero y vivía en el distrito de Puente de Vallecas, cerca del estanco, según los vecinos. Gregorio B. P. está casado y tiene dos hijos. Los agentes de Homicidios investigan si el tiro que recibió Gregorio fue intencionado o se produjo de forma accidental durante un forcejeo con su agresor, según fuentes policiales.
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