Los 20 duros 'fantasma'
EL PAÍS entregará gratis dos billetes de 1.000 reales y tres de 100 pesetas, uno de los cuales no llegó a circular nunca
A los billetes que se entregarán a partir de mañana, de forma gratuita con cada ejemplar de EL PAÍS se les puede encuadrar en la categoría de extravagantes por diferentes razones.
El lunes será el facsímil de un billete fantasma que se fabricó durante la guerra civil, pero que nunca llegó a circular. Se trata de un billete de 100 pesetas que se encargó por el Banco de España cuando éste tenía su sede en Barcelona en 1938, debido a que Madrid se encontraba asediada por las tropas franquistas. El billete se hizo en la compañía Thomas de La Rue & Co. de Londres, que tiró 20 millones de ejemplares y se entregó en París a las autoridades de la República. Allí quedaron unos pocos, el resto se destruyó. Por esa circunstancia un billete nuevo de estos 20 duros vale ahora en el mercado de los coleccionistas nada menos que un millón de pesetas.
El billete tiene grabado la Dama de Elche y un barco de vela fenicio, exactamente igual a los que aparecen en las historietas de Asterix. Por el otro lado, y tratándose de Elche, no podía faltar una vista del famoso palmeral, único en Europa, del Huerto del Cura. Se desconoce el nombre del artista.
No menos fantasma y extravagante es el facsímil de los 1.000 reales del Banco de Cádiz, que no llevan fecha exacta de emisión y que circularon entre 1847 y 1856. Se imprimieron en el propio banco de la ciudad andaluza, cuando todavía el Banco de España no tenía la exclusiva de la emisión de papel moneda. Tiene un tono amarillento e incluye una pequeña figura de Hércules, una alusión a las fabulosas columnas que guardaban el Mediterráneo y que se supone se encontraban cerca de Cádiz. En el reverso sólo aparece la cifra (1.000) También se desconoce el grabador. Este banco emitió tantos billetes de diferentes cantidades que incluso rebasó el límite legal por lo que fue apercibido por las autoridades. Se piden ahora por un ejemplar nuevo unas 25.000 pesetas.
Otro papel de 1.000 reales es el de 1799, al que propiamente no se le puede llamar billete porque, en realidad, era un vale. La extravagancia de este efecto monetario, además del ya consabido anonimato del grabador, es que no se sabe dónde se imprimieron 5.000. Se deduce que se hizo en el Departamento de Calcografía de la Imprenta Real, hoy desaparecida y que se encontraba en la calle Segovia, cerca del acueducto.
Completan las entregas dos billetes de 100 pesetas. El de 1946 está ilustrado con la efigie de Goya, inspirada en la estatua de Mariano Benlliure que está en la fachada norte del Museo del Prado. Se fabricaron 29 millones y en la actualidad uno de ellos vale en torno a las 10.000 pesetas.
De los 20 duros de 1907 se tiraron 12 millones de unidades y se cotiza entre las 20.000 y las 50.000 pesetas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.