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El líder de la Plataforma per Catalunya admite su ideología xenófoba y que se 'disfraza' de demócrata

Cazador cazado. Un programa grabado con cámara oculta emitido por la televisión autonómica valenciana ha desenmascarado al líder de la Plataforma per Catalunya, Josep Anglada, que en público y ante la prensa siempre había asegurado ser demócrata y estar alejado de cualquier corriente ultraderechista. Pero las cosas cambian en privado, o al menos cuando no sabe que le están grabando. En el vídeo televisivo, Anglada afirma: 'Coincido con Le Pen, Haider y Fortuyn... aunque cuando me enfrento con los medios de comunicación tengo que ser el primer demócrata'.

Con estas declaraciones Anglada admite estar mintiendo constantemente cuando habla en público y lanza propuestas que él mismo califica de 'populistas' para ganar votos. El líder xenófobo, que quiere presentarse a las elecciones municipales en una decena de poblaciones catalanas, responde así cuando el periodista camuflado le pregunta si hay que disfrazarse de demócrata para ganar votos. 'Ahí me has entendido', dice.

Pero las revelaciones no acaban aquí. Anglada, que siempre ha negado tener ningún vínculo con los grupos de extrema derecha es filmado mientras recibe una llamada de un dirigente de Democracia Nacional, un partido de nueva creación que se considera xenófobo por sus tesis sobre la inmigración y las minorías. 'Yo comparto muchas de las ideas de un cabeza rapada pero no me interesa [decirlo] en estos momentos porque yo tengo una línea a seguir, tenemos que dar una imagen, ¡a ver!', afirma al ser preguntado por sus relaciones con los violentos.

También hace gala de sus orígenes políticos franquistas y ultraderechistas al lado de Blas Piñar, el que fuera líder de Fuerza Nueva. 'No nos interesa relacionarnos con todo aquello que sea el franquismo, la bandera española, el águila, que yo lo llevo en el corazón, pero políticamente no nos interesa, no vende'. Tampoco le interesa decir que 'si tuviera poder implantaría la pena de muerte en una hora' aunque en público dice que 'no se tiene que matar a nadie' invocando su condición de 'cristiano'.

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