Alcohol y drogas
La rumorología del festival anunciaba ya a primera hora que la Guardia Civil tenía previsto establecer controles de alcoholemia en las carreteras de acceso. También saltó la curiosa especie de que alguna cadena de televisión que emite reportajes de cámara oculta tenía intención de grabar dentro del parque, tratando de encontrar argumentos para realizar un programa acerca de las drogas y el ocio juvenil. Pero la ley exige en concentraciones de este tipo el cacheo de los asistentes para impedir la entrada de objetos peligrosos o elementos inflamables y para evitar el tráfico de estupefacientes. Además, a los menores de 18 años se les marca en la pulsera de acceso para que en las barras del bar no se les suministre alcohol. Ahora, lo que haga cada uno es de responsabilidad individual, porque todo el mundo debe entender que es imposible detectar una o dos pastillas sin vaciar todos los bolsillos o incluso quitar toda la ropa.
Babelia
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