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Una mujer muere en el incendio de un velero en un dique del puerto de Barcelona

Clara Blanchar

Una mujer británica de origen surafricano, D. R., de 28 años, falleció ayer asfixiada en su camarote en el espectacular incendio del velero de recreo Lamu. La embarcación, de 50 metros de eslora y bandera caribeña, se encontraba en el varadero del puerto de Barcelona, donde se realizan tareas de mantenimiento de las embarcaciones. En este caso se estaba limpiando el casco para pintarlo posteriormente.

Las llamas y la gran nube de humo que originó el fuego obligaron a evacuar a 70 vecinos del número 80 de la avenida de Joan de Borbó, un edificio que se se encuentra justo frente al dique.

El incendio se declaró pasada la una de la madrugada de ayer y no fue controlado hasta media tarde, debido a la gran resistencia de los materiales de la embarcación, como la fibra de vidrio. En la extinción del fuego participaron una veintena de vehículos de bomberos, además de tres grúas que se encargaron de mantener en pie los dos enormes mástiles de la embarcación, hasta que puedan ser depositados en tierra.

El fuego se originó en el interior de la embarcación, donde en aquel momento dormía D. R., que trabajaba como azafata en el barco. Otros dos hombres de la tripulación que también estaban en el velero pudieron escapar de las llamas por su propio pie. Los bomberos sospechan que la causa del fuego pudo ser un cortocircuito en un camarote.

Los vecinos evacuados permanecieron en las instalaciones del Club Natació Barceloneta desde la madrugada hasta el mediodía de ayer. De ellos, 31 fueron trasladados al hotel Plaza, y el resto se alojó en casa de amigos o familiares.

Según fuentes de la policía portuaria, la muerte de D. R. fue fruto de una fatal casualidad. La noche del jueves, los dos supervivientes se quedaron en el barco de guardia, mientras que la víctima, otros tres tripulantes y el capitán del velero salieron a cenar. Sin embargo, la mujer regresó antes que sus acompañantes, y sin que los tripulantes que dormían se dieran cuenta. Así, cuando se declaró el incendio y sonaron las alarmas los marinos salieron corriendo, pensando que estaban solos.

No fue hasta la llegada del capitán y el resto de la tripulación cuando unos y otros se percataron de que la mujer podía estar en el interior de la embarcación. En medio de una gran humareda, los bomberos, guiados por el capitán, se dirigieron hasta el camarote de la azafata, donde la encontraron muerta, presumiblemente por asfixia, ya que su cuerpo no presentaba quemaduras de ningún tipo.

Durante las más de 14 horas que ardió el Lamu, la máxima preocupación de los bomberos fue el peligro que representaban los dos mástiles de 30 metros del velero, que fueron sujetados con enormes grúas para evitar que se desplomaran sobre los edificios contiguos, además de la proximidad de las llamas a los tanques de combustible del velero, que se encontraban parcialmente llenos de combustible.

El incendio del velero provocó una gran expectación en los edificios cercanos y en el barrio de la Barceloneta, cuyos vecinos, que se conocen de toda la vida, se acercaron hasta el varadero para verlo de cerca. La inmensa columna de humo también sorprendió, cámara en ristre, a los abundantes turistas de la zona.

Mientras, en la sala social del Club Natació Barceloneta la mayoría de los vecinos evacuados mataban las horas en pijama y bata, tal como tuvieron que salir de sus casas. La mayoría de ellos se quejaban del peligro que supone la presencia de embarcaciones tan grandes en el varadero, justo debajo de sus casas, y explicaban que a menudo deben soportar las consecuencias de los trabajos de mantenimiento, como la presencia de polvo o gases tóxicos en el ambiente. 'Esto tenía que pasar tarde o temprano y habrá que depurar responsabilidades', sentenció Francisco Torralba, uno de los vecinos.

La concejal del distrito de Ciutat Vella, Katy Carreras, aseguró por la tarde que el Ayuntamiento hablará con el Puerto de Barcelona para replantear la proximidad a edificios habitados de los trabajos de mantenimiento en grandes embarcaciones.

Incendio del  velero de nombre 'Lamo' en el Muelle del Reloj del puerto de Barcelona.
Incendio del velero de nombre 'Lamo' en el Muelle del Reloj del puerto de Barcelona.JORDI ROVIRALTA

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Sobre la firma

Clara Blanchar
Centrada en la información sobre Barcelona, la política municipal, la ciudad y sus conflictos son su materia prima. Especializada en temas de urbanismo, movilidad, movimientos sociales y vivienda, ha trabajado en las secciones de economía, política y deportes. Es licenciada por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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