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Crónica:
Crónica
Texto informativo con interpretación

Carlos Sainz vence por 20 gramos

El reducido peso de una pieza del coche de Burns da el triunfo al español en Argentina

Llevar una pieza en el motor más pequeña de lo debido, que pese, por ejemplo, 20 gramos menos de los estipulados, le puede costar caro a un corredor de rallys. Tanto como para dejarle sin triunfo. Eso le ocurrió al inglés Richard Burns en el rally de Argentina, sexta prueba del Mundial. Burns había sido declarado ganador tras la descalificación del finlandés Marcus Grönholm, en el caso de éste por recibir una asistencia ilegal durante la prueba. Seis horas después, Burns fue desposeído del triunfo por los comisarios al descubrirse que un volante del motor, una pieza que, en dos motores iguales, acelera más rápido si tiene menos masa, estaba 20 gramos por debajo del peso permitido.

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Así, Carlos Sainz (Ford), que pasó de ser tercero a ser primero en unas horas, se encontró con el triunfo 20 meses después de haber logrado el último, en Chipre en septiembre de 2000. Supone ésta la victoria número 24 en la carrera de Sainz, lo que vuelve a situarle en el primer lugar del ránking de todos los tiempos, igualado con el finlandés Tommi Makinen. El inesperado triunfo coloca al piloto madrileño tercero en la general del Mundial, empatado a 19 puntos con Burns, a 12 de distancia del líder, Grönholm.

El rocambolesco final del rally de Argentina comenzó a escribirse poco antes del inicio de la última etapa, cuando el Peugeot de Grönholm no arrancó. Éste, junto a su copiloto, Timo Rautianen, lo empujó para intentar ponerlo en marcha. Pero cerca del lugar de los hechos permanecía el coche de un mecánico del equipo, algo prohibido por el reglamento, por lo que el ganador fue sancionado. Pasaba así Sainz del tercer al segundo puesto. Pero aún quedaban sorpresas, pues el coche del nuevo líder, Burns, no llegaba al mínimo peso permitido, lo que llevó a Sainz al primer puesto del podio, en lo que la prensa argentina calificó como 'un final de locos', que acabó con una racha, la del español, funesta, que ha durado dos años en los que ha sido víctima de toda clase de desgracias.

Moya y Sainz saludan desde su Ford Focus tras ganar en Argentina.
Moya y Sainz saludan desde su Ford Focus tras ganar en Argentina.EPA

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