'Observamos en la sociedad una involución homófoba'

Boti García Rodrigo (Madrid, 1945) es lesbiana y presidenta del Colectivo de Gays, Lesbianas y Transexuales de Madrid (Cogam). Junto a casi un centenar de representantes de una treintena de organizaciones, participa en el 14º Encuentro Estatal de Colectivos de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales que se celebra este fin de semana en Bilbao organizado por la asociación Hegoak.

Pregunta. ¿Qué persigue actualmente este tipo de encuentros?

Respuesta. Sirven para consensuar estrategias. En este momento, nos preocupa la consecución del matrimonio civil con todos los derechos inherentes. Somos acreedores de los mismos derechos que el resto. Concedemos también mucha importancia a las campañas educativas que alejen la homofobia y contemplen la orientación sexual dentro de las aulas.

P. Los homosexuales dicen que la homosexualidad es ignorada en la educación escolar. Y que, por lo tanto, es invisible y no existe.

R. La identidad sexual es absolutamente invisible en la escuela. Y ojalá fuera sólo invisible, porque cuando no es así se arremete contra ella, bien por ignorancia o por manifiesta homofobia.

P. ¿Temen el resurgir de una oleada homófoba?

R. Sí, estamos observando que hay una especie de involución. Ya hay demasiados indicios con la aparición de una ultraderecha que no es la que más nos va a dar los derechos que reclamamos y que merecemos.

P. ¿Perciben esa involución en la sociedad, en la vida cotidiana?

R. La sociedad no está por la labor de darnos demasiado. Es como si nos advirtiera: 'Que no se os suba a la cabeza esto de la igualdad plena'. Lo vemos cuando pedimos derecho a tener hijos, a adoptarlos. La sombra de la Iglesia católica y del Opus Dei es demasiado alargada y se nota.

P. ¿Sufren más discriminación las lesbianas que los gays?

R. Desde luego. Siempre se dice, y no es un tópico, que tenemos marginación doble, por ser mujer y por ser lesbiana. Hay mucha falta de sensibilidad y de conocimiento. Todavía se siguen haciendo chanzas y eso es lastimoso.